El mayor cambio visible es la fusión de los faros divididos actuales en unidades individuales en cada lado del Cherokee. El resultado es un frontal más convencional que tiene un parecido familiar más cercano a otros Jeeps como el Compass y Grand Cherokee. El resto del paragolpes delantero y la parrilla también se ven un poco más suaves y redondeadas, pero aún hay un indicio del aspecto puntiagudo de la generación anterior que ayuda a mantener el crossover inmediatamente identificable como Cherokee.
El otro cambio importante está en la parte trasera. El gran tamaño de la escotilla trasera tiene una abertura para la posición de montaje de la matrícula, lo que hace que la cola se vea mucho menos voluminosa. Naturalmente, el paragolpes también fue rediseñado con una placa protectora antideslizante para llenar el espacio dejado por la matrícula.
En cuanto a la mitad del crossover y el interior, no hay cambios notables. Jeep no ha revelado nada más que estas imágenes, por lo que habrá que esperar hasta el debut completo en poco tiempo más para averiguar sobre cualquier cambio mecánico. El comunicado de prensa de Jeep insinúa opciones de tren motriz más eficientes, por lo que podría haber algunas actualizaciones para las transmisiones o los motores.
Fuente y fotos: Autoblog.com