En Brasil Verstappen debió ganar, pero lo hizo Hamilton
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Al circuito de Interlagos en São Paulo – Brasil, escenario de la vigésima y penúltima fecha válida por Mundial de Fórmula 1, llegó Mercedes con amplias opciones de sellar su quinta corona consecutiva de constructores luego de que Lewis Hamilton ya había obtenido la de pilotos siete días antes en México. Para ello, la escudería alemana debía sumar 13 puntos más que Ferrari que, por el contrario, debía hacer el 1 – 2 para automáticamente alargar la definición hasta el Gran Premio final en Abu-Dhabi.
Si bien en las prácticas y clasificación Sebastián Vettel y Kimi Raikkonen parecían tener un auto para ello, ya en carrera la situación fue muy distinta siendo que los Red Bull también se unieron a la batalla, a tal punto que, de no ser por un enganche con un rezagado cuando lideraba la carrera, el que debía llevarse la victoria es Max Verstappen y no Lewis Hamilton, que de esta forma volvió a gozar de la “suerte del campeón” más allá de demostrarnos una vez más porque es quíntuple Campeón Mundial ya que, tras el incidente de Max, este se le vino con todo para recuperar la punta perdida, pero Lewis resistió, incluso teniendo que lidiar con sus neumáticos con más de 50 vueltas al límite de vida para, de esta forma, dejar bien en claro que, si no fuera por él fundamentalmente, hoy Mercedes no estaría festejando su quinta corona mundial de constructores, al tiempo que para el piloto británico se trató de su décima victoria este año de 20 posibles, es decir, 50% de efectividad pese a no disponer siempre del mejor auto en pista.
De la mano de Hamilton, entonces, es que Mercedes ha ratificado que sigue siendo el “amo y señor” de la nueva era Turbo – Híbrida que arrancó en 2014 pese a que la competencia ha sido cada vez más brava frente a Red Bull y principamente Ferrari. De hecho, este año el constructor alemán ha tenido muchos más problemas e inconvenientes para conseguir mantenerse en la cima, sobre todo a causa de un excesivo consumo de neumáticos por parte del chasis W-09, y ha sido precisamente Lewis Hamilton, gracias a su gran talento, habilidad y cabeza fría el que ha marcado la diferencia para poder vencer a Sebastián Vettel y su Ferrari que, al contrario, no se cansaron de cometer errores, principalmente durante la segunda parte de la temporada.
Pero, volviendo con Red Bull, impresionante el ritmo de carrera que impusieron los autos de las bebidas energizantes en Brasil luego de que en la clasificación, tanto Verstappen como su coequipero Daniel Ricciardo, concedieron medio segundo a los Mercedes y Ferrari. Gracias a ese gran rendimiento es que Verstappen volvió a brillar. Arrancando desde la quinta posición en la grilla, primero pasó a Raikkonen, después a Vettel, después a Bottas, y finalmente, al líder Hamilton que tampoco pudo resistirse al joven holandés que de esta forma tomó la punta con absoluta autoridad. Sin embargo, cuando ya le había sacado algo más de 5 segundos de ventaja a Lewis, vino el desafortunado enganche con el Force India de Esteban Ocon que en ese momento era pasado por vuelta. En realidad, sí, la culpa la tiene en su gran mayoría el francés puesto que, ofrecer resistencia cuando se es alcanzado por el líder, por vuelta, definitivamente que es una decisión absurda; pero Verstappen también tuvo su parte de responsabilidad al no dejar algo de espacio cuando cortó la curva sabiendo que el Force India podría aún estar allí. Falta de experiencia todavía para Max; por lo que podríamos decir 80% del francés versus 20% de culpabilidad para el holandés.
No olvidemos que Ocon y Verstappen ya fueron grandes rivales en la Fórmula 3 europea en que Esteban le ganó el campeonato en 2014 a Max, es decir que ya hay una rivalidad muy acentuada entre ambos pilotos, y seguramente, por eso la mala decisión de Ocon de no dejarse pasar fácilmente en vista de que estaba siendo alcanzado por vuelta. Una cuestión de honor, podríamos concluir, y que desafortunadamente terminó muy mal para ambos. Sanción de 10 segundos estacionado en pits para Ocon, mientras que a Verstappen le costó la carrera ya que, si bien pudo recuperarse, le faltaron unas 5 vueltas para volver a pasar a Hamilton puntero puesto que, la diferencia entre ambos fue de apenas segundo y medio cuando cayó la bandera a cuadros. Y claro está, esto trajo sus repercusiones ya que, al momento del pesaje apenas terminada la carrera, Verstappen fue a buscar al francés para increparlo con un par de empujones que afortunadamente no fueron más allá de eso. Entendible el estado de ánimo de Max (en calentura apenas descendido del auto), pero quizás algo pasado de tono. No obstante, desde ya estamos ansiosos por volver a tener duelos en pista entre estos dos jóvenes como ya lo tuvimos en su momento en la F3 puesto que, Ocon pronto será piloto de Mercedes, seguramente en reemplazo de Valtteri Bottas a partir de 2020, por lo que un duelo entre estos dos tarde o temprano se volverá a repetir.
Por el lado de Ferrari, del 1 – 2 que necesariamente debían conseguir sus pilotos para impedir la nueva corona de Mercedes, solo pudieron ser tercero y sexto, Kimi Raikkonen en el podio con un cierre de temporada IMPRESIONANTE, que sin duda le debió valer continuar un año más en Ferrari y que le está permitiendo consolidarse en el tercer puesto del campeonato que lo disputa con su paisano Valtteri Bottas, por su parte, muy lejos del rendimiento de su jefe de fila Lewis Hamilton. En todo caso, esperamos que el “gran” Kimi no pierda la motivación el próximo año cuando tenga que defender los colores de Sauber – Alfa Romeo. Dos años de contrato en que, indudablemente, su experiencia será bien aprovechada por los ingenieros de la escudería suiza. ¿Su velocidad? Siempre será un punto de interrogación a sus casi 40 años.
Vettel, en cambio, pasó desapercibido en Brasil, seguramente con falta de motivación tras nuevamente perder el campeonato 15 días antes en México. Si bien fue rápido en la clasificación perdiendo la Pole Position por apenas 23 milésimas frente a Hamilton, ya en carrera nunca se enchufó; nunca fue protagonista. Un Vettel derrotado es lo que pudimos ver en Interlagos, a más de un aparente “problemita” electrónico en su Ferrari que eventualmente también afectó su rendimiento…
Y justamente, si hay algo que Sebastián deberá recuperar completamente para el próximo año es la motivación ya que, se le viene un nuevo coequipero que, a no dudarlo, va a ser duro de vencer. Me refiero al monegasco Charles Leclerc que nuevamente tuvo otra gran actuación al mando de su Sauber, para obtener así el séptimo puesto, demostrando una vez más el potencial que tiene. Si Ferrari le ayuda de la manera correcta a lidiar con la presión que significa ser piloto Ferrari, podemos dar por descontado que Leclerc también brillará con luz propia vestido de rojo, tal como lo ha hecho todo este año con su “modesto” Sauber. Ojo con este “jovencito” que es otro campeón en potencia, el futuro de la Fórmula 1 junto a Verstappen, Ocon, Gasly, y compañía.
Finalmente, no puedo esconder la tristeza que, en lo personal, me genera ver a Mclaren al fondo del pelotón, largando últimos, y finalizando las carreras de igual manera… últimos. En Brasil, Fernando Alonso terminó penúltimo solamente por delante de Lance Stroll y su Williams, otra escudería gloriosa de la Fórmula 1 que no es ni la sombra de lo que fue en el pasado. Mclaren y Williams en deuda con la F1, con sus seguidores; y un Alonso que se va despidiendo sin pena ni gloria de la categoría reina que lo vio triunfar en tantas ocasiones. Y es que un gran piloto no solo es talento sino también saber tomar las decisiones correctas, y si hay algo en lo que Alonso se equivocó ampliamente fue en cuestionar a Ferrari, permitir que los italianos decantaran por Vettel, y él migrando hacia Mclaren cuando Honda recién aterrizaba en la F1 tras 6 años de ausencia y un año de atraso en el desarrollo de su nuevo motor Turbo- Híbrido. Lo demás ya es historia…