Por:
Lewis Hamilton y Mercedes han cerrado con broche de oro la temporada 2019 de Fórmula 1 en la fecha final, el Gran Premio de Abu Dhabi, con una inapelable victoria, siendo que ya eran, desde hacía tres carreras atrás, seis veces campeones mundiales cada uno, es decir, tanto a nivel de pilotos como de constructores.
Desde las prácticas libres vísperas a la carrera quedó claro que el Mercedes era el auto más rápido sobre el asfalto del imponente circuito de Yas Marina, lo cual se ratificó en la clasificación en que Hamilton logró la Pole Position 88 en su impresionante trayectoria, pero una Pole que se le negaba desde el Gran Premio de Alemania, en el mes de agosto; y posteriormente en carrera, la escudería alemana de igual forma ratificó su supremacía.
Valtteri Bottas hizo el segundo mejor tiempo aunque el finlandés estaba condenado a largar desde el fondo de la grilla al haber tenido que cambiar completamente la unidad de potencia de su Mercedes, siendo el cuarto motor, a más de otros componentes, cuando el reglamento autoriza solo tres para toda la temporada. No obstante, su Mercedes fue tan veloz frente a todos sus rivales, que Bottas pudo recuperarse hasta el cuarto puesto mientras que Lewis se llevó la victoria sin mayores inconvenientes puesto que, lideró de punta a punta sin recibir presión de parte de nada ni nadie.
Una victoria que significa mucho en las estadísticas del gran campeón británico ya que, engrosó muchos de los números que rigen la trayectoria de Lewis en Fórmula 1 y que a continuación resumimos.
Números impresionantes para un piloto extraordinario, que desde ya puede y debe ser considerado como el mejor de su generación y uno de los mejores de todos los tiempos, y que aún tiene más historia que escribir para los eternos anales de la Fórmula 1.
Sin embargo, un buen piloto poco o nada puede conseguir si no tiene un buen auto entre manos, y se dice que aparte de ser rápido y talentoso en pista, un piloto ganador debe también saber escoger la escudería correcta para pensar en ganar carreras y campeonatos. Y cuando Hamilton aceptó la propuesta de Mercedes para conducir para ellos a partir de 2013 (en reemplazo de nada menos que de Michael Schumacher, que ya se retiraba definitivamente de las pistas), dejando atrás a Mclaren, equipo que había apostado todo por él desde sus inicios en Karting cuando el británico apenas tenía doce años de edad, fueron muchas las voces que le criticaron por tomar la decisión de cambio en un momento en que evidentemente Mclaren aún era más que Mercedes. Hoy, seis años y cinco títulos después, el tiempo le ha dado toda la razón: La apuesta de Lewis dio los frutos esperados, y es que hoy por hoy, Mercedes es quizás el mejor equipo de carreras que la Fórmula 1 jamás haya visto en toda su historia, superando todo lo que otras escuderías consiguieron en el pasado, incluso lo que lograron Ferrari y M. Schumacher en conjunto en su momento; y al paso que van, siendo que para el 2020 no habrá cambio reglamentario alguno, lo más seguro es que sigamos viendo más de lo mismo, al menos hasta ver que pasa con los nuevos autos en base a una reglamentación técnica revisada profundamente, que aparecerán a partir del año 2021.
En el otro lado de la moneda, Ferrari quedó como el gran perdedor del año. En relación a 2017 y 18 en que Sebastián Vettel fue el gran rival de Hamilton, en este 2019 la escudería italiana pareció dar un par de pasos hacia atrás. No solo que esta vez no tuvo armas para amenazar a Mercedes, sino que además sus dos pilotos, Vettel y Charles Leclerc, quedaron por detrás de Max Verstappen y su Red Bull en la clasificación general del campeonato dominado por los dos pilotos Mercedes. No solo que el chasis RB-15 fue mejor que el SF-19 de Ferrari, sino que el “modesto” motor Honda no resultó ser tan inofensivo frente a la potente caballería del propulsor italiano.
Lo que en realidad sucede es que la presión por ganar es de tal magnitud a la interna de Ferrari, que todos cometen errores, y a veces muy graves, desde la persona que limpia los autos hasta el máximo director de la escudería, pasando por los mecánicos, técnicos, ingenieros y hasta los pilotos. Por lo que, mientras que la serenidad no vuelva al seno del equipo tal como lo consiguió Jean Todt en su momento para, en el año 2000 acabar con la sequía de 21 años de no obtener campeonatos, será muy complicado que la mítica escudería italiana regrese por la senda del triunfo cuando ya son 12 años desde el último campeonato obtenido en 2007 por Kimi Raikkonen.
Ha caído el telón entonces de la temporada 2019 de Fórmula 1, y tendremos que esperar tres meses y medio aproximadamente para el inicio de un nuevo campeonato que volverá a tener a los Mercedes y a Lewis Hamilton en particular, como los favoritos para llevarse nuevamente los laureles cada uno. De esta forma, veremos si ambos van por su respectiva séptima corona o si finalmente Ferrari o eventualmente Red Bull, con el fenomenal Max Verstappen, logran impedirlo.