La F1 vio en Bahrein un verdadero milagro, y los que disfrutamos el Gran Premio nos encontrábamos entre la incredulidad y el alivio. Realmente no habíamos experimentado esa sensación desde hace algún tiempo. La largada parecía normal con los Mercedes adelante y después de unos minutos, veíamos atónitos como Romain Grosjean lograba salvar su vida tras un aterrador choque contra las barreras, a más de 200 km/h.
En el impacto, el monoplaza quedó partido en dos y envuelto en una gran bola de fuego. Tras 27 segundos de angustia, Grosjean consiguió salir de entre las llamas por sus propios medios.
¿Cuáles fueron los factores claves para que Romain pueda salvar su vida? Te contamos a continuación.
Elegido por la FIA como un dispositivo de seguridad obligatorio a partir de la temporada 2018, el halo es un sistema de protección del habitáculo, formado por tres barras de titanio y diseñado para mejorar aún más la seguridad del piloto en caso de accidente y, en particular, para desviar de la cabeza los posibles objetos sueltos en la pista.
Las llamas del coche de Grosjean en Bahrein nos recordó el accidente de Niki Lauda, sin embargo, el sistema de protección actual evitó mayores daños al francés, protegiendo su cabeza del impacto y dejando suficiente espacio para que pueda escapar de las llamas. Horas después y desde un hospital Romain admitió que “hace años no estaba a favor del halo, pero es lo mejor que hemos introducido en la F1”. “Sin él hoy no podría hablar con ustedes “, aseguró desde el hospital, con aparatosos vendajes en sus manos, en un mensaje difundido por la F1 horas después de conseguir salir de su coche partido por la mitad.
Sabíamos que la F1, tiene varios protocolos de seguridad para precautelar la vida de sus pilotos, sin embargo, un factor clave es la participación de Alan van der Merwe y el Dr. Ian Roberts, los cuales fueron los primeros en auxiliar al piloto francés. De hecho, ellos mismo han reconocido que “nunca” habían visto “un incendio así”, y que gran parte del éxito de que no haya ocurrido una desgracia se debe a la reacción “rápida e instintiva” de todos, más allá de la “preparación” para este tipo de hechos.
Van der Merwe destacó la “valentía” de Roberts. “Es un trabajo en equipo y, en última instancia, a veces Ian tiene que confiar en mí y viceversa, y hoy todo el mundo ha hecho su parte. Romain hizo mucho. El hecho de que él mismo pudiese salir por su propio pie, incluso sin la bota, es importante. Un cambio en una de esas cosas podría dar un resultado muy diferente. Todo el trabajo en equipo, toda la preparación, parece que vale la pena”.
En fin, son varias las situaciones que resultaron favorables en medio de la desgracia. Sin embargo, este accidente nos hace reflexionar sobre la importancia de la seguridad en el deporte motor, esta vez fue Romain quien a bordo se su Haas estuvo a punto de perder su vida y correr su último Gran Premio.
Fuente nota: Primicias Ec, Automundo
Fuente imágenes: IH3, CDN, El Universal