Cómo muchos saben, Estados Unidos es uno de los países industrializados que tiene dentro de los derechos de sus ciudadanos la tenencia de armas, que tiene menos requisitos que, por ejemplo, la adquisición de un automóvil. ¿Pero qué pasaría si estos requerimientos se llegasen a parecer?
Pues bien, la segunda de las diez Enmiendas que conforman la Carta de los Derechos de la Constitución estadounidense, introducida en 1791, contempla que “Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas”.
Las leyes federales dividen dos tipos principales de armas de fuego: armas largas (escopetas con cañón de más de 45,72 cm y rifles con cañón de más de 40,64 cm) y armas cortas o pistolas (con cañón más corto de 40,64 cm), que están diseñadas para ser disparadas sin el uso de un mango.
Para poder obtener un permiso en Estados Unidos, el gobierno federal establece que el solicitante sea mayor de 18 años (armas largas) o de 21 años (armas cortas o pistolas), que no se le haya prohibido expresamente la tenencia de armas y que no haya falsificado deliberadamente los documentos presentados para la obtención de la misma.
Cumplidos estos pocos requisitos, luego solo deberá rellenar un formulario de la ATF (Bureau of alcohol, tobacco, firearms and explosives?, y permitir que le tomen las impresiones de huellas digitales, que determina si el solicitante tiene antecedentes penales o no. En caso de ser extranjero, también se comprueba si se reside de forma legal en EEUU. Una vez obtenida el arma, no es necesaria ningún tipo de licencia para tenerla en el domicilio particular.
¿Y cuáles son los requisitos para poder tener un automóvil? Sin lugar a dudas es bastante mayor y burocrático el sistema, que exige: título y documentación en cada punto de venta, prueba de conducción, examen escrito y práctico, requisitos médicos, seguro de responsabilidad civil en cada vehículo (seguro contra accidentes, etc), y renovaciones e inspecciones en determinados intervalos de tiempo.
Entonces: ¿qué pasaría si se aplicaran los mismos requerimientos de la obtención de un vehículo para tener un arma? Seguramente se podrían bajar drásticamente los hechos de violencia entre ciudadanos civiles que ocurren con alarmante frecuencia. Estados Unidos, por ejemplo, tiene una altísima tasa de crímenes, sobre todo en escuelas, por individuos que en la mayoría de los casos han presentado algún trastorno emocional y psicológico grave. También es cierto que la venta de armas legal es una de las industrias más productivas y masivas, no sólo del país norteamericano, sino también del mundo, por lo que se puede explicar gran parte del porqué desde el punto de vista político y sociocultural es aceptado y aprobado en su gran mayoría.
En la mayoría de países se cuenta con controles para civiles en caso de que deseen obtener armas. Deben contar con permisos, y deben aprobar exámenes psicológicos y de tiro a la hora de solicitar un arma. Lo sorprendente es que estas exigencias parecen mayores cuando se trata de obtener un auto. Primero se debe haber aprobado un examen de manejo práctico y teórico, e incluso exámenes médicos como de visión, reflejos y psicofísicos; además de haber completado una cantidad de horas en una academia de conducción, y otros requisitos que suelen ser más estrictos. ¿Tiene esto sentido?
Seguramente si esto se aplicase, existirían menos tragedias y mucha más responsabilidad de los usuarios.
Fuente: Magnet.xataka.com
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