Hay historias que merecen ser recordadas todos los días, de hecho, la que te contamos a continuación, es la prueba de que cuando dos voluntades tenaces chocan el resultado puede ser épico. Hoy queremos revivir la enemistad de dos marcas que generó una leyenda, se trata de Ferrari Vs Ford, dos potencias que compiten por ser la mejor.
Henry Ford II y Enzo Ferrari eran los indiscutibles reyes del automóvil en los años 60. El primero reinaba sobre Ford Motor Company, que en ese momento era la segunda corporación más grande del mundo. Ferrari por su parte todo lo que tenía se lo había ganado a pulso, su compañía Ferrari S.p.A, que representaba apenas una fracción del tamaño de Ford, existía por y gracias a la pasión de Enzo por el automovilismo. Ferrari fabricaba autos para las calles, pero sólo para poder financiar a su rama deportiva. Ambos hombres manejaban sus compañías con puño de hierro.
En 1962 Henry hizo una oferta por la compra de Ferrari. Enzo aceptó la oferta encantado porque entre las condiciones del pacto Ford iba a dejar que él se encargue del desarrollo de los autos de carrera de la marca, así como de la gerencia de las escuderías Ferrari que competían en los diversos circuitos internacionales, principalmente Fórmula 1 y Le Man. Sin embargo, cuando Ferrari vio como Ford quería manejar las instalaciones de su marca el inmediatamente se negó dejando a un lado el trato.
Ford inmediatamente puso en marcha un esfuerzo multinacional para pegarle a Ferrari donde más le dolía: el circuito mundial de manejo de resistencia cuya carrera emblemática, las 24 horas de Le Mans, era la competencia favorita de Enzo y donde la marca italiana había ganado sin problemas 4 de las últimas 5 carreras
Ford se asoció con Eric Broadley, diseñador y dueño de Lola Cars y conformó un contingente de ingenieros para crear un ‘destructor de Ferraris’ para el circuito de resistencia. En 1964, el primer fruto del esfuerzo vio la luz pública. El Mk.I., la versión inicial del auto que sería conocido como el Ford GT y más adelante como el Ford GT40.
El 19 de junio de 1966 un Ford GT40 negro portando el número 2 con los neozelandeses Bruce McLaren y Chris Amon cruzó victorioso la meta en las 24 horas de Le Mans de ese año. Henry Ford II consumaba así su venganza. Mejor aún, lo hizo utilizando motores diseñados para sus sedanes regulares. Sin embargo, aún no estaba satisfecho, a Ferrari aún le faltaba sufrir muchas humillaciones más en su pista favorita.
Para 1967, Shelby y Ford desarrollaron una nueva y totalmente mejorada versión del GT40, llamado Mark IV, con una carrocería más aerodinámica y un motor de 7 litros, que dominó toda la competencia dejando sin opciones a Ferrari.
Las victorias de Ford de 1968 y 1969, fueron literalmente un golpe mortal para Ferrari pues nunca más volvió a ganar en Le Mans, y en 1973 decidió retirarse de las carreras de resistencia para centrar su atención en la Fórmula 1.
Desde ese momento Ford parecía ser el rey de las carreras de resistencia, sin embargo, tenía otro rival a vencer, tal vez mucho más fuerte que Ferrari. Nos referimos a Porsche, quien se había convertido en el enemigo silencio de Ford. Porsche Vs Ford una historia que te contaremos en otra ocasión.
Si deseas conocer la rivalidad de Ferrari Vs Ford, puedes ver su documental en Netflix, el cual narra con mayor detalle esta épica leyenda en el mundo del automovilismo.
Fuente nota: Univision, Automovil on line
Fuente imágenes: Univision, Automovil on line