Luego de la confirmación de la casa inglesa a inicios de 2015, que Rolls-Royce entraría a la competencia por poner un SUV en el mercado; algo que negaron por muchos años, ya se pudieron conocer dos imágenes del auto, el cual todavía cubre sus más íntimos detalles con puntura de camuflaje.
Rolls se refiere al desarrollo de este auto como “un todoterreno de cara alta”, y será el primero en contar con total arquitectura de aluminio ligero que conformará la tendencia de fabricación de todos los nuevos modelos de la marca británica.
Hasta el momento, el primer prototipo del Cullinan, que tiene el aspecto de un Phantom más grande y rudo, fue empleado para probar nuevos sistemas de suspensión apropiados para toda clase de superficie que permitan estabilidad de alto nivel.
Posiblemente este interés de equipar al auto con sistemas que lo conviertan en un todoterreno completo, justifique los planes de los ingenieros de Rolls, de probar el auto en temperaturas extremas en el Polo Norte durante las próximas semanas.
Aunque todavía no existen datos definitivos sobre cómo será mecánicamente el Rolls-Royce Cullinan, se espera un V12 bajo el capó, con una motorización de 6.6 litros biturbo, y posiblemente un híbrido conectable, pero será mejor estar seguros cuando la casa británica presente oficialmente a su nuevo SUV.
Lo que sí será seguro es que el Cullinan será competencia de modelos de alta gama ya establecidos como Bentley Bentayam, Lamborghini Urus, Range Rover Supercharged, Mercedes-AMG G65, Porsche Cayenne Turbo y Bell 206 Jet Ranger.
Se espera que la llegada del SUV de la élite mundial llegaría a fines de 2018 por un costo similar al del Phantom, que asciende a los USD 420.000, mientras tanto no queda más que una enorme expectativa por ver convertido en realidad un auto que Rolls-Royce una vez se juró jamás crear.
Fuente: CarAndDriver