El Speed Volume Control es un sistema que controla el volumen en el interior de la cabina según la velocidad en que viaje el auto. Este dispositivo permite solucionar el problema del audio automáticamente a medida que va aumentando el sonido del motor.
Cuando la velocidad del vehículo aumenta, el SVC entra en funcionamiento elevando el volumen del audio sin que el conductor deba hacerlo manualmente. Este sistema permite compensar el ruido del motor cuando está en marcha. Por otro lado, a medida que la velocidad de marcha disminuye, automáticamente baja también el volumen del audio.
Como toda nueva tecnología, fue diseñado para ser una conveniencia o incluso una medida de seguridad para el conductor, pues le quita de su responsabilidad una acción que podría despistarlo del camino. El sistema es de fácil configuración. Sólo se debe acceder al panel de control y seleccionar los niveles de audio que se deben aumentar y disminuir.
Es en la carretera donde se puede apreciar toda su comodidad, especialmente cuando se mantienen las ventanas un poco bajas y el viento hace un molesto ruido al ingresar al vehículo con velocidad.
Pero como mencionamos, el ‘Speed volume’ no solo se trata de comodidad, sino de seguridad, pues evita correr el riesgo de distraerse al permitir que el piloto mantenga las manos en el volante y la vista puesta sobre el camino, sin poner en riesgo su conducción o sufrir accidentes.
Otro factor para destacar es que, con el SVS activado, el conductor casi no percibirá los “ruidos” o interferencias acústicas ya que no se pierde nitidez al adaptarse el volumen según la velocidad en la que viaje el auto. Esto al mismo tiempo se traduce en mayor concentración durante la conducción.
Expuesto todos estos puntos a favor del Speed Volume Control, es muy factible que en poco tiempo más sea adoptado por todas las marcas y modelos de automóviles, aunque como mencionamos al principio, el nuevo Chevrolet Sail 2018 se ha convertido en uno de los pioneros en adoptar esta característica de fábrica en el Ecuador.
Ahora podrás tener tus manos en el volante sin tener que preocuparte por modificar el volumen de tu estación o canción favorita y te podrás concentrar en lo que realmente importa: conducir con placer.