Aunque un poco más costoso que un mecánico particular, el llevar nuestro vehículo al concesionario autorizado por la marca siempre será la mejor decisión. Y es que su durabilidad dependerá de lo rigurosos que seamos en cumplir lo que la marca dispone para el correcto y longevo funcionamiento de nuestro auto.
Así entonces, a continuación comparto con ustedes los puntos más importantes a considerar en el mantenimiento regular que le debemos dar a nuestro vehículo:
Aceite
El aceite o lubricante es la “sangre” del motor. La calidad del mismo y la frecuencia con la que lo cambiamos juega un rol fundamental en la vida del motor. Si utilizamos aceite mineral, nos dicen que debemos cambiarlo a los 5 mil km, pero la verdad es que nos podemos extender hasta unos 7 mil km sin riesgo alguno. O, en su defecto, debemos cambiarlo una vez al año si se trata de un auto que rueda poco. No es aconsejable superar estos límites ya que el aceite empieza a perder sus óptimas cualidades de lubricación.
En el caso de un aceite sintético, 10 mil km es lo que se sugiere como tope máximo, pero podemos extendernos hasta unos 12 mil km. No obstante, el aceite sintético tiene la particularidad de que tiende a evaporarse un poco, por lo que siempre se recomienda estar pendiente del nivel de aceite en el depósito del motor porque en la mayoría de los casos hay que completar el lubricante faltante por dicho fenómeno de evaporación.
Filtro de aceite
El filtro es el hermano inseparable del aceite y se debe cambiar siempre paralelamente a este. Cumple la función de impedir que impurezas como limallas, por ejemplo, pasen al circuito de lubricación del motor.
Filtro de aire
La función del filtro de aire es evitar que partículas de polvo, tierra, ramas o hasta piedras se escabullan por los ductos de admisión de aire del motor y dañen irremediablemente partes internas del mismo. Cuando este filtro no se cambia o al menos no se limpia de manera regular, se llegan a tapar dichos ductos, disminuyendo considerablemente el correcto funcionamiento del motor. Su cambio o limpieza es muy variable según las condiciones de utilización de nuestro vehículo.
Filtro de combustible
La función del filtro de gasolina es minimizar la llegada de impurezas al motor a través de sedimentos acumulados en el tanque de gasolina. Estas impurezas se acumulan generalmente por la gasolina no del todo limpia que nos venden en las diferentes estaciones de servicio del país, y pueden causar daños severos en el sistema de inyección del motor. El daño más común es el taponamiento de los inyectores. De igual manera, el cambio de este filtro va de acuerdo al uso del auto.
Pastillas de freno
Afortunadamente, la mayoría de autos modernos cuentan con un sensor que nos avisa con tiempo que es momento de cambiar las pastillas de freno de nuestro vehículo, empleando para ello un testigo en el panel de instrumentos. Si no es a través de un sensor electrónico, las pastillas cuentan con un sistema de alarma mecánico que empieza a rozar con el disco de freno, generando un fuerte ruido metálico imposible de ignorar y que nos indica que llegó la hora de reposición. Es extremadamente recomendable no ignorar bajo ningún punto de vista esta alarma ya que no solo que estamos dañando los discos de freno sino que además ponemos en riesgo nuestra seguridad: cuando la alarma aparece, estamos próximos a quedarnos sin frenos.
Liquido de frenos
Según los manuales de taller de cualquier marca de vehículo, se recomienda cambiar el líquido de freno entre los 30 mil y 40 mil km, o cada 2 años, lo que suceda primero. De lo contrario, empezaremos a quedarnos sin frenos ante la mínima exigencia de los mismos, pues el líquido empieza a perder sus cualidades hidráulicas ante la alta temperatura. Esto hace que el pedal se vaya hasta el fondo cuando de frenar y reducir la velocidad se trate.
Anticongelante
O agua de radiador también. El nivel de este fluido vital en el motor es fundamental para el correcto funcionamiento y vida útil del mismo. Por ello, es recomendable usar un anticongelante en vez de solo agua puesto que su poder de enfriamiento es superior y no genera óxido dentro del sistema de refrigeración. Es absolutamente recomendable revisar el nivel de este importante fluido puesto que bajo ningún punto de vista queremos un motor recalentado. De hecho, si usted enfrenta un exceso de temperatura en el agua del motor, apague la marcha del mismo inmediatamente y lleve su vehículo al taller más cercano.
Correa de distribución
En algunos motores, el sistema de distribución de los mismos es a través de correas y no de cadenas metálicas. En el caso de las correas, éstas deben ser cambiadas ni un kilómetro más allá de lo que dice el fabricante, de lo contrario, corremos el altísimo riesgo de que esta correa se rompa y genere un daño muy grave dentro del motor, que por consecuencia también es muy costoso. Normalmente, se sugiere el cambio de estas bandas de distribución entre los 40 mil y 50 mil km o cada 3 años. Le sugiero entonces cerciorarse bien si el motor de su auto tiene cadena o banda de distribución. Y si es esta última, estar siempre pendiente del momento en que debe cambiarla.
Insisto, del correcto y periódico mantenimiento dependerá siempre la “buena” vida de nuestro vehículo. Téngalo siempre en cuenta.