Sin embargo, igualmente, es cuestión de tiempo de que, a nivel mundial, la industria de los autos eléctricos se encuentre con un obstáculo monumental de aquí a unos años. Y el nombre de este obstáculo es «cobalto».
El cobalto es una parte esencial de las baterías recargables que hacen que se muevan los eléctricos. La gran mayoría se extrae en un solo lugar: la República Democrática del Congo (RDC). Sí, también China, Rusia, Australia y Zambia extraen cobalto, pero el Congo produce más que el resto de los países juntos.
¿Y cuál es el problema? Pues que los analistas creen que la cantidad de cobalto disponible actualmente no será suficiente para apoyar la producción de vehículos eléctricos en los próximos años y, por lo tanto, su creciente demanda de baterías.
Las estimaciones anteriores a la popularización de los vehículos eléctricos calculaban que la escasez de cobalto se produciría en algún momento de la próxima década. Pero dado que la mayoría de fabricantes piensan expandir exponencialmente su producción en los próximos años, la demanda de cobalto se multiplicará por 8 para 2026, necesitando para entonces más de 300 mil toneladas métricas de cobalto al año.
En el mejor de los casos, las estimaciones de capacidad minera total se sitúan en torno a las 290 mil toneladas métricas anuales para 2025. Eso está bien para la demanda del año pasado (100 mil toneladas métricas) pero no para la que habrá dentro de unos pocos años.
Dado que no hay nuevas operaciones mineras de volumen significativo que comiencen en 2020, la escasez podría empezar en 2022. Y eso sin contar con la inestabilidad política que siempre está presente en el Congo y los problemas generalizados del trabajo infantil asociados con la minería en la región.
¿Hay solución?
Aunque aquí nos estamos enfocando en la problemática desde el punto de vista automotriz, hay que considerar que en realidad es mucho más amplia: solo piensa en todo lo que usa baterías y con lo que tienes contacto en el día a día (celulares, laptops, etc.). Por lo tanto, y dados los números, ya se está trabajando en diferentes soluciones.
Una de ellas es producir baterías que usen menos cobalto. Los fabricantes chinos pretenden implementar células de alto contenido de níquel y bajo contenido de cobalto este año. La relación níquel-manganeso-cobalto no sólo reduce la necesidad de cobalto, sino que también prolonga la vida útil de la batería. Asimismo, el reciclaje también podrían reducir la necesidad de materias primas mineras. Lamentablemente, incluso la nueva tecnología de baterías requiere el uso de cobalto y el reciclaje algo ineficiente (y produce contaminantes).
Muchos fabricantes de baterías ya están haciendo todo lo que pueden para aprovisionarse de materiales como una posible aproximación a la escasez. El mes pasado, LG Chem anunció que ha acordado establecer 2 nuevas empresas conjuntas con el chino Zhejiang Huayou Cobalt para asegurar los metales a medida que los fabricantes de automóviles requieren de baterías, pero todas las grandes empresas están haciendo movimientos similares.
La buena noticia es que, con los precios del cobalto tan increíblemente altos, la inversión en minas adicionales parece extremadamente probable, algo que podría paliar la escasez, si es que no resolverla. Además, los datos también son especulativos, a pesar de estar basados en proyecciones sólidas, lo cual no deja de ser algo a tener en cuenta.
Fuente: The Truth About Cars