Sobre el camión, la iniciativa de Musk se compone del desarrollo de un cabezal y un semirremolque, que compartirían funciones o podrían trabajar por separado. Aquello lograría una mejor administración de energía eléctrica para la propulsión del tráiler y en condiciones ideales, reduciría los costos de operaciones en el transporte de carga.
Elon Musk se propuso presentar los dos prototipos en 2017. Aunque la aerodinámica del tráiler debe ser aún estudiada, para mejorar en términos de ahorro de energía, un problema que han afrontado los fabricantes de camiones a lo largo de los años.
Se prevé que la tecnología del tráiler eléctrico de Tesla irá oculta alrededor del chasis, a fin de que se adapte a los diferentes tipos de carga que deben afrontar los remolques durante sus rutinas de trabajo, recurriendo a una estructura basada en largueros y travesaños donde se implementarán todos los elementos tecnológicos necesarios para la propulsión.
La premisa es que si actualmente las baterías de iones de litio permiten una autonomía de 350 km a 400 km, eso sería bastante para cubrir las distancias que deben atravesar los camiones de transporte pesado. Aunque en Tesla hay planes de crear una nueva generación de baterías con mayor capacidad y menor peso que las actuales.