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La cuarta fecha válida por el campeonato Mundial de Fórmula 1, el Gran Premio de Azerbaiyán, tuvo como escenario al circuito citadino de Bakú, que cuenta con la recta más larga de la temporada (2,2 Km. de longitud). Durante todas las prácticas libres previas a la carrera fue el piloto de Ferrari Charles Leclerc el que marcó el ritmo, siendo siempre el más rápido. Sin embargo, en la clasificación el monegasco chocó, y fueron entonces los pilotos de Mercedes los que nuevamente monopolizaron la primera fila de la grilla de partida. Valtteri Bottas se quedó con la Pole Position escasas milésimas de segundo por delante de su coequipero Lewis Hamilton, en una cerrada lucha entre los dos pilotos Mercedes, que continuó en la carrera también.
Cuatro carreras, cuatro victorias y cuatro dobletes en este inicio de temporada para Mercedes, que además obtuvo su victoria #90 en F1. Score perfecto mejorando así lo que consiguió Williams con Nigel Mansell y Ricardo Patrese en el arranque de la temporada de 1992, y un Valtteri Bottas que nuevamente brilló con luz propia; si, superando con las justas a Lewis Hamilton pero con total autoridad luego de que en China había sido claramente vencido por el pentacampeón del mundo pero que, esta vez, aunque le puso bajo presión durante toda la carrera no pudo con Valtteri, que por su parte no cometió ni un solo error para llevarse así su segunda victoria en este año y la quinta en Fórmula 1.
Cuatro Grandes Premios, dos victorias para Hamilton y dos para Bottas quien lidera el campeonato por apenas un punto sobre Lewis, 87 vs 86, gracias al punto adicional que obtuvo Valtteri al conseguir la vuelta más rápida en carrera durante el Gran Premio de Australia.
Un inicio de temporada soñado para Mercedes, nadie, ni el más optimista, podía haber apostado por algo así, pero que gracias al trabajo de todo un equipo que roza la perfección la escudería alemana se está mostrando imbatible gracias a que todos trabajan como un reloj suizo dentro de la estructura alemana, incluídos sus dos pilotos.
Si bien es cierto que estamos apenas en la cuarta carrera de 21 este año, parece quedar claro que el título se volverá a jugar entre los dos pilotos de las flechas de plata, rememorando así los duelos Hamilton-Rosberg de los primeros años de la nueva era Turbo-Híbrida. ¿Por cuánto tiempo más podrá mantener ese nivel mostrado en estas primeras carreras, Valtteri Bottas? Esa es la gran pregunta. Por lo pronto el finlandés se mantiene mentalmente muy fuerte y Hamilton parece sufrirlo pero, entrados en ese juego sicológico, ya sabemos de lo que es capaz Lewis, generalmente implacable en estas situaciones. En fin, ya veremos entonces cómo se desarrolla esta nueva batalla entre coequiperos con el transcurrir de los Grandes Premios.
A todo esto habría que añadir que lo que está obteniendo Mercedes en este inicio de temporada es aún más meritorio porque Ferrari está ahí, es decir, Hamilton y Bottas consiguen lo que consiguen con una escudería Ferrari que les respira en la nuca ya que, la diferencia entre el W-10 y el SF-90 es mínima, escasas décimas de segundo por giro nada más, y la prueba está en que quien, en teoría, debía largar en la Pole Position en Bakú fue Charles Leclerc, el piloto más rápido en las tres practicas libre entre viernes y sábado. Desafortunadamente, en la Q2 de la sesión clasificatoria Charles chocó contra la pared, lo cual le condenó a tener que largar en la décima posición en la grilla desde donde el monegasco arrancó con los neumáticos más duros que el resto de sus rivales, buscando así alargar su entrada a pits para cambiarlos.
Esto le permitió a Leclerc liderar gran parte de la carrera, y, si, efectivamente, Ferrari lo mantuvo demasiado tiempo en pista antes de llamarlo a su turno a cambiar sus llantas, y nuevamente, lo que debió ser un cuarto puesto para el monegasco volvió a ser un quinto por detrás de Max Verstappen. Pero la razón para ello es muy simple: en los circuitos callejeros, y en Bakú en particular, los Safety Car generados por accidentes o golpes contra la pared suelen ser frecuentes; y si una de estas neutralizaciones se daba justo cuando Leclerc lideraba luego de que todos los punteros ya hubiesen entrado a pits por caucho fresco, lo más seguro es que el joven monegasco hubiera podido entrar a boxes, cambiar llantas y regresar a la pista sin perder la punta. Una jugada que si funcionaba era maestra. Desafortunadamente, como pocas veces, en esta ocasión no hubo ningún incidente que hubiese requerido de un Safety Car, por lo tanto, la apuesta de Ferrari no funcionó. Charles entró a cambiar neumáticos cuando estos ya estaban muertos y le hicieron perder eternos segundos frente a los dos Mercedes, frente a Verstappen, y frente a su coequipero Sebastián Vettel que, por su parte, nunca dejó de tener en la mira a los Mercedes, no más lejos de 5 segundos por detrás del dúo ganador. No obstante, Sebastián nunca estuvo en capacidad de atacarlos, la diferencia era de una a dos décimas por vuelta que parece nada, pero, diferencia al fin y al cabo; y no importa el trasado que se visite, esa mínima diferencia se mantiene, al menos ese ha sido el patrón en estas primeras cuatro fechas.
Como ya es costumbre, en Bakú Red Bull volvió a ser el escolta de Mercedes y Ferrari, principalmente con Max Verstappen que, en un momento dado de la carrera era el piloto más rápido en pista, al punto que logró acercarse peligrosamente a los tres punteros. Lamentablemente, en ese proceso quemó sus llantas, con lo cual debió conformarse con un nuevo cuarto puesto, el tercero consecutivo, mientras que Pierre Gasly debió abandonar con un semieje de transmisión roto cuando venía en franca remontada luego de remar desde atrás después de haber sido penalizado para largar último al no presentarse al pesaje del auto luego de la clasificación del sábado. De todos modos, el ritmo del joven francés fue muy bueno hasta que el auto le falló.
Mirando atrás en el pelotón y en donde la disputa por ser la cuarta fuerza de la F1 2019 es muy cerrada, gran carrera de “Checo” Pérez para terminar en sexto puesto al lograr mantener a raya a los dos Mclaren de Carlos Sainz y Lando Norris, que prácticamente no se despegaron del Racing Point durante toda la carrera. De hecho, gran actuación de la escudería, ex Force India, con sus dos autos en los puntos ya que, Lance Stroll finalizó noveno por delante del Alfa Romeo de Kimi Raikkonen; pero mejor aún lo alcanzado por la mítica escudería Mclaren que por primera vez tuvo a Sainz recibiendo bandera a cuadros este año luego de tener que abandonar por diferentes causas en la tres primeras fechas, el español justo por delante de su novel coequipero Lando Norris, que nuevamente nos demostró de qué está hecho.
La progresión de Mclaren es evidente y ojalá que esto sea el principio del regreso de la segunda escudería más laureada de la F1 al lugar donde le corresponde, es decir, a los puestos de vanguardia.