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La segunda válida por el Campeonato Mundial de Fórmula 1 tuvo al circuito de Sakir como escenario para lo que fue la décima sexta edición del Gran Premio de Baréin en lo que, en un principio, fue la confirmación de lo que Ferrari había mostrado en las pruebas de pretemporada, es decir, que definitivamente eran los más rápidos y que el mal resultado de Australia 15 días antes había sido solo una falsa presentación, al ser tanto Sebastián Vettel y sobre todo Charles Lecler los más veloces durante todo el fin de semana tras dominar todas las prácticas libres, la clasificación, y gran parte de la carrera. Pero, al final, cuando más importa, la victoria volvió a ser para Mercedes con un inesperado doblete, y esta vez si, Lewis Hamilton por delante de Valtteri Bottas, en lo que fue una emocionante y dramática carrera en que Hamilton se llevó su primera victoria del año, la número 74 en F1 para él.
Si, efectivamente, el británico se encontró con esta victoria, que si el Ferrari de Charles Leclerc no hubiera fallado, era simplemente imposible. No obstante, Lewis tuvo el gran mérito de nunca permitir que Vettel se escapara también. Al contrario, tras un sensacional duelo con el alemán en varios pasajes de la carrera, el británico llevó al de Ferrari a cometer un error que terminó en trompo cuando se disputaban rueda a rueda la segunda posición y cuando parecía que lo máximo a lo que podía aspirar Lewis en Baréin era el tercer puesto. Claro, luego vino la falla en el motor del Ferrari de Leclerc, y la victoria le fue heredada a Hamilton. Sin embargo esto no desmerece el rendimiento del cinco veces campeón del mundo que fue el único que de alguna manera pudo poner presión a los pilotos de Ferrari, no así su coequipero Valtteri Bottas que, por su parte, no pudo confirmar su victoria australiana quince días antes con una nueva gran presentación. Al contrario, Valtteri volvió a ser el segundo piloto de siempre en Mercedes ya que, estuvo lejos del rendimiento de su compañero de banca y más lejos aún del de los dos autos rojos.
Por el lado de Mercedes, no podemos dejar de destacar el gran trabajo de sus ingenieros durante todo el fin de semana para tratar de igualar la extraordinaria velocidad mostrada por Ferrari desde que empezaron a girar en el circuito ya que, lograron reducir la brecha de 1,2 segundos que los separaba de los autos italianos en la primera práctica a solo 2 o 3 décimas en la clasificación y carrera, al menos, con Lewis Hamilton.
Volviendo con Ferrari, finalmente la escudería italiana, ahora dirigida por Mattia Binotto, pudo “sacarse el clavo” y, como decíamos, ratificar que, al menos en este inicio de temporada tienen el auto más veloz en pista, pero desafortunadamente en estas dos primeras fechas no lo han podido concretar en carrera, es decir, cuando más cuenta. En esta ocasión, primero falló Vettel, una vez más como tantas veces el año pasado, al volver a perder el control de su Ferrari justo cuando acababa de ser superado por Hamilton, con lo cual el quinto puesto fue su máxima “recompensa” tras su nuevo error que terminó en trompo; esto mientras que Charles Leclerc, sin duda “EL” piloto de este Gran Premio de Baréin, solo le faltaron 10 vueltas para redondear un fin de semana perfecto en que el joven monegasco mostró una madurez y solvencia solo dignas de un piloto experimentado.
Charles siempre fue el piloto más rápido, en las tres prácticas libres, luego en la clasificación, y finalmente en la carrera también en que solo se equivocó en la partida en que se vio superado por Vettel y Bottas, pero en cuestión de tres giros Leclerc ya estaba de vuelta en cabeza. A partir de ese momento, Charles desapareció en el horizonte de sus perseguidores. Desafortunadamente, el ERS, es decir el recuperador de energía en el sistema híbrido del motor de su Ferrari, dejó de funcionar provocando una pérdida de 150 caballos de fuerza aproximadamente, con lo cual el monegasco fue presa fácil de los dos Mercedes, y si no fuera por ese Safety Car de última hora por el doble abandono de los dos Renault, Verstappen también lo hubiera pasado. Primer podio en la Fórmula 1, entonces, el “premio consuelo” para Charles. No obstante, quedó totalmente claro que vendrán muchos más podios y muchos también en el peldaño más alto.
Error de pilotaje y error de ingeniería para una nueva desilusión en el equipo de Maranello al que, sin duda, algo de fortuna también le está faltando. En fin, esto recién empieza pero habrá que poner todo en su lugar, y pronto, antes de que Mercedes siga aumentando su ventaja en los puntos. Lo mejor, y que debemos aplaudir, es que Ferrari dejó correr a sus dos pilotos sin impartir órdenes de equipo. Aunque siempre será un riesgo, es lo mejor para el espectáculo.
Red Bull volvió a ser la tercera fuerza del pelotón pero, en este circuito de Sakir, muy lejos del rendimiento de los Ferrari y Mercedes. En este trazado si se sintió todavía la falta de caballos del motor Honda frente a los más potentes.
De hecho, nos quedamos con las ganas de ver lo que parecía iba a ser un cerrado duelo entre Max Verstappen y el Mclaren de Carlos Sainz. Lamentablemente ambos pilotos se tocaron llevando la peor parte el español al pinchar un neumático en el contacto, mientras que Verstappen terminó cuarto. Una verdadera pena el incidente pero, a no dudarlo, fue una gran alegría ver a los Mclaren más cerca de la punta de lo que los hemos visto en estos últimos cuatro años ya que, por su lado, el joven Lando Norris de igual manera se mandó un “carrerón” al remontar desde la décima séptima posición en la grilla para recibir bandera en sexto puesto detrás de Vettel tras una gran remontada y una gran disputa por dicho sexto puesto, nada menos que con el más experimentado de todos: Kimi Raikkonen y su Alfa Romeo, finalmente séptimo.
Una gran noticia, indudablemente, tener a Mclaren más cerca de la punta. Seguro que todos los amantes de la Fórmula 1 saludamos esta notable progresión, y esperamos sinceramente que sea una real y constante buena noticia de aquí en adelante, en cada uno de los Grandes Premios. Mclaren lo merece y la Fórmula 1 lo necesita.
Luego de la primera carrera del año, hablábamos de la gran decepción que nos causaba ver a Williams nuevamente iniciando tan mal esta temporada, y quizás ahora nos toca analizar a Renault. Claro, la situación de la escudería francesa no es ni de lejos la misma que la de Williams. No obstante, el doble abandono exactamente al mismo tiempo y a solo tres vueltas del final de sus dos pilotos por fallas en el motor, nos deja muchas inquietudes sobre una escudería que tiene los mismos recursos económicos que Ferrari, Mercedes o Red Bull, pero que sigue estando lejos, a más de un segundo por vuelta de ellos.
En la planificación de sus directores, luego de retomar el equipo, anteriormente Lotus, para este año el equipo francés ya debería estar visitando el podio de manera regular, pero está claro que eso está muy lejos aún de suceder, lo cual habla a las claras que no todo es dinero, que si no se tiene a los ingenieros idóneos que diseñen el mejor auto, el más rápido, con el motor más potente y confiable, tampoco se puede ganar. Definitivamente algo no engrana a la interna de Renault, pues sus autos no evolucionan, están ahí mismo, en el mismo lugar que el año pasado cuando se los esperaba ya mucho más adelante en la jerarquía con Nico Hulkenberg y el recién llegado Daniel Ricciardo peleando directamente con los Red Bull por ser la tercera fuerza de la parrilla. En fin, ya veremos cómo evoluciona durante el año la estructura francesa pero, por lo pronto, discreto inicio de campeonato. Sin duda se espera mucho más de ellos.