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Actualmente, los motores turbocargados se están volviendo cada vez más utilizados por la gran mayoría de los constructores de automóviles en el mundo, siendo que es un motor que tuvo su primer auge a mediados de los años 70.
Basándonos en el principio de que el sistema turbo mete la mezcla de aire y combustible a presión en la cámara de combustión del motor, con lo cual se logra obtener motores pequeños en cilindraje con la potencia y prestaciones de motores más grandes; la tendencia para que los fabricantes de autos opten cada vez más por este sistema en el diseño de sus nuevos modelos es fundamentalmente porque, con motores pequeños, de solo cuatro cilindros en la gran mayoría de las casos, y de bajo cubicaje, se obtiene menos emisiones, por consiguiente son más amigables con el medio ambiente y, además, pagan mucho menos impuestos ya que, los autos con motores de gran tamaño son cada vez más castigados en este aspecto por los gobiernos, a nivel mundial.
Sin embargo, el turbo requiere siempre de un cuidado especial que debemos tener constantemente en cuenta.
En primer lugar, debemos ser conscientes de que es primordial que el turbo esté siempre bien lubricado debido a las altas temperaturas a las que opera, pero, de igual manera, cuando el motor está frío, es decir, cuando apenas lo encendemos, no debemos acelerarlo inmediatamente, al contrario, debemos esperar que el aceite circule por todo el motor para que empiece a cumplir su función de lubricación, y uno de los elementos que más lo necesita es precisamente el turbo.
Así entonces, es recomendable, primero, arrancar el motor sin acelerarlo, lo dejamos entrar un poco en temperatura mientras nos colocamos el cinturón de seguridad, ajustamos los retrovisores, etc., para luego poner en marcha el auto, de esta forma evitamos daños innecesarios por rozamiento debido a componentes del motor mal lubricados. De igual manera, es recomendable acelerar suavemente mientras el motor va entrando en temperatura (90°c, lo ideal), especialmente los turbodiésel que son los que más sufren con las bajas temperaturas en sus componentes internos.
Por otra parte, circular con el motor a muy bajas revoluciones, de por sí, ya es perjudicial para el motor debido a que la lubricación se vuelve lenta, por lo tanto ineficaz, pero en los motores turbo es aún más perjudicial ya que, afecta directamente a los propulsores del turbo. Si bien el conducir a bajas RPM´S, es decir, en marchas altas (en quinta velocidad a 60 Km/h, por ejemplo), se relaciona con un eventual ahorro de combustible, el daño en el turbo por esta causa sin duda que desvirtúa cualquier ahorro obtenido en el consumo del carburante debido a que, a bajas revoluciones, el turbo no consigue la presión suficiente para su óptimo funcionamiento generando depósitos dentro del motor y el propio turbo, que hacen que sus partes mecánicas trabajen en exceso, al sufrir,las piezas, mucha carga.
Del mismo modo, una vez estacionado nuestro auto turbocargado, no debemos, en lo posible, apagar el motor inmediatamente. Debemos dejarlo en “ralentí” por un par de minutos para que se enfríe de forma gradual, evitando el desgaste prematuro en los rodamientos del turbo que son los que más sufren cuando apagamos de golpe el motor.
Efectivamente, estos rodamientos del turbo se lubrican con el propio aceite a medida que el motor sube de revoluciones, por lo que, si apagamos de golpe el motor estamos aumentando su desgaste debido a que seguirá girando por inercia pero sin lubricación.
Como vemos, el motor turbocargado siempre requerirá un cuidado adicional y su deficiente respuesta a bajas revoluciones (turbolag), siempre será su mayor inconveniente. No obstante, en la altura, los motores turbo no pierden rendimiento por la falta de oxígeno como si lo hacen los motores normalmente aspirados (10% por cada 1000 metros de altura), y eso, sin duda, es una gran ventaja en la serranía ecuatoriana.
En conclusión, debemos irnos acostumbrando a sus ventajas y desventajas, cuidados y mantenimiento ya que, los motores turbo cargados, de aquí en adelante, serán cada vez más utilizados por todas las marcas de autos, en todo el mundo.