Para este lanzamiento, simulando un despliegue de tropas de combate, se realizaron varias tomas de imágenes para captar la acción desde distintos ángulos: desde el interior de los aviones, en el suelo y con cámaras a bordo de los vehículos mientras descendían en paracaídas.
Estos paracaídas cuentan con un diámetro de 30 metros y lograron frenar este inusual descenso a 32 km/h, es decir unos ocho o nueve metros por segundo, mientras que el avión se desplazaba a una velocidad de 140 nudos, lo que es igual a 260 km/h pero a unos 250 metros de altura, aproximadamente.
Por cierto, cada vehículo pesa alrededor de dos toneladas y media, con un precio que alcanza los 220.000 dólares. Así que ya sabes, mira hacia arriba que quizás algún día te caiga algún vehículo del cielo a ti también.
Fuente: Microciervos.com
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