Como mecánico responsable sabes que un buen mantenimiento preventivo del motor logrará extender la vida útil de cada pieza, disminuyendo el desgaste natural de las mismas. Por esta razón, siempre es aconsejable recomendar a tus clientes un control mensual para evitar contratiempo y, sobre todo, adquirir repuestos de alta calidad.
Es muy importante efectuar una serie de controles específicos para poder seguir de cerca el desgaste de cada elemento, con el fin de disminuir riesgo de fallas y eventualmente poder determinar una reparación de ser necesaria. Por tal motivo, ten en cuenta los siguientes consejos.
Uno de los primeros pasos que deberías realizar es el control del nivel de aceite del motor asegurándote de que el mismo no supere el límite requerido y adicionando la cantidad que haga falta, de ser el caso.
Para verificar el nivel de aceite, el motor debe estar apagado. Es importante que el aceite no huela a gasolina ni tenga viscosidad. El cambio por lo general debe realizarse cada 5.000 a 10.000 km, de acuerdo a lo especificado en el manual del fabricante.
El cambio del filtro de aceite también es recomendable realizarlo cada 5.000 kilómetros ya que con el transcurso del tiempo, los residuos comenzarán a adherirse al mismo provocando que se obstruya con suciedad.
En este caso se recomienda hacerlo en un período no mayor a dos meses. En algunas ocasiones, muchos optan por lavarlo periódicamente con agua y jabón, pero si este no es el caso lo mejor es reemplazarlo.
Un detalle a tener en cuenta es que, para llevar a cabo este proceso, el motor debe estar apagado, ya que sin el filtro de aire se puede producir un desgaste excesivo del pistón, anillos y el cilindro.
La verificación del estado del líquido refrigerante es tan importante tanto con temperaturas muy bajas como muy elevadas. Esto se debe a que el líquido refrigerante tiene funciones anticorrosivas y antiebullición, claves para el buen funcionamiento del sistema refrigerante y, por ende, del motor.
Lo más aconsejable es cambiar el líquido refrigerante tras cada reparación del circuito, sea en el motor, en los manguitos o en los radiadores. Por lo general, y según la especificación de cada fabricante, se recomienda revisarlo a partir de 40 mil kilómetros o cada dos años. Pero lo más adecuado es revisar el nivel del líquido de forma periódica para evitar disgustos.
Otro de los elementos vitales del motor es la batería, la cual al ser la fuente de energía del automóvil requiere de una verificación cada vez que se cambie el aceite. Para llevar a cabo este proceso, hay que realizar revisiones periódicas reapretando las terminales, limpiar el sulfato de las mismas, controlar el correcto nivel del electrolito, la adecuada posición y sujeción de esta. De igual forma hay que revisar que el alternador esté enviando correctamente carga a la batería.
Para llevar adelante este proceso debes ver el nivel de líquido dentro del depósito, a través de la varilla de nivel que suele estar unida al tapón. Para ello observa cuánta varilla de nivel esté cubierta por el líquido de la dirección asistida, pero antes asegúrate de limpiar la misma de cualquier exceso de líquido al sacarla por primera vez del depósito, después se debe introducir lo más dentro posible y finalmente extraerla otra vez. Luego se debe proceder a examinar el color del fluído que en buen estado suele ser transparente, ambarino o rosáceo.
El líquido de la dirección asistida debe comprobarse periódicamente o en caso de que se contamine. El líquido debe cambiarse siguiendo los intervalos de tiempo estipulados en el manual de usuario. Con el tiempo el calor del motor y el entorno pueden reducir sus propiedades, causando desgastes o roturas en los componentes del sistema de la dirección asistida.
Por lo general se debe revisar el líquido de los frenos una vez al mes para detectar si existen fugas. Para realizar este proceso deberás asegurarte que el nivel se encuentra entre los indicadores mínimo y máximo. Si no es así, habrá que retirar el tapón e introducir una varilla para comprobar el nivel.
Al igual que con el líquido refrigerante, se debe verificar el olor del líquido de freno y su color, que suele ser ligeramente transparente y amarillento. Es muy importante no mezclar bajo ningún concepto el líquido de frenos con agua. Ten en cuenta que apenas un 3% de agua mezclada con el líquido puede disminuir su punto de ebullición en un 40%, lo cual representa un serio peligro para la conducción.
A pesar de que muchas revisiones y cambios de piezas tienden a tener un tiempo similar, hay particularidades de cada marca, y modelo. Por lo que se recomienda inspeccionar el manual de cada vehículo a atender y las recomendaciones que hace el fabricante antes de hacer el mantenimiento preventivo automotriz.
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