Mercedes-Benz hizo pesar la personalidad de su auto, con la implementación de una carrocería que tenía un carácter más amplio y pesado, y aunque la decisión de usar este modelo parecía no ir de la mano con la tendencia del rally, Erich Waxemberger quien entonces estaba a cargo de la división deportiva de la marca, se ocupó de preparar al auto como un auténtico ganador.
La temporada 1978 contó con algunas competencias de rally para el 450 SLC, que tenía un motor estándar M117 V8 de 4.5 litros, una sola leva superior y 16 válvulas a 90 grados que entregaban 227 hp de potencia. La transmisión era inusual para un auto de rally, ya que se trataba de una caja automática de producción con tres velocidades controlada hidráulicamente.
Este modelo participó en la Vuelta a la América del Sur ese año; una prueba de 30.000 km alrededor del continente, compitiendo contra marcas como Fiat, Ford y Peugeot. Mercedes-Benz le añadió a su 450 SLC un poco de luces adicionales, carrocería extra y una protección de roll cage.
Los dos autos presentados para la prueba entregaron los resultados esperados, con el triunfo de Andrew Cowan en el uno. Un dato interesante es que el otro Mercedes que compitió fue piloteado por Timo Mäkinen y copiloteado por el mismo Jean Todt.
Tras este triunfo, Mercedes preparó un segundo modelo con un motor M117 de 5.0 litros y potencia de 310 hp, que compitió en el Grupo 4 de la FIA en las temporadas 1979, 1980 y 1981. Este auto contaba con puertas, chasis, capó, maletero y motor de aluminio a fin de reducir el peso del enorme Mercedes de rally.
El Mercedes 450 SLC 5.0 se convirtió en campeón del Rally de Costa de Marfil y segundo lugar en el Safari Rally en 1979, a manos del finlandés Hannu Mikkola, quien también logró el segundo lugar para Mercedes-Benz en el campeonato de constructores del WRC de ese mismo año.
Max Waxenberger desarrolló una siguiente generación del Mercedes para rally, y en las temporadas 1980 y 1981 lo bautizó como 500 SLC y consiguió desarrollarlo a una potencia que alcanzaba los 329 hp y que incluía una nueva caja de cambios automática de 4 velocidades.
Este auto quedó en primer y segundo lugar en el rally de Bandama (Costa de Marfil) en 1980, con los pilotos Björn Waldegård y Jorge Recalde, mientras que Mikkola llegó en segundo lugar en el Rally Codasur de Argentina y tercero en el de Nueva Zelanda, lo que le significó ese año el cuarto lugar en el campeonato de constructores del WRC al Mercedes-Benz 500 SLC.
La última generación del Mercedes para rally hizo que Waxenberger proponga una reducción del tren de rodaje para mejorar la respuesta en las curvas, mientras que se reemplazaron las ventanas de vidrio con fibra de policarbonato lexan y se cambió el material del roll cage a aluminio para reducir aún más el peso del auto.
Este auto también contó con un enorme freno de mano en forma de bastón para ayudar a rotar al Mercedes en curvas, y fue piloteado en la temporada 1981 por Walter Röhrl y Ari Vatanen.
Sin embargo, este modelo fue descontinuado para siguientes generaciones cuando la mesa directiva de Daimler-Benz pidió a Waxemberger que justifique el presupuesto en el desarrollo del auto, lo que significó un corte importante de fondos para 1981 con lo que el sueño del 500 SL para rally quedó sin piso.
La compañía no olvidó el proyecto por completo y se puede ver a uno de los pocos 500 SL de rally que fueron creados en este video, rodando por los desiertos de California:
Fuente: TheTruthAboutCars