Cuando escuchamos la palabra Ferrari, viene a nuestra mente la imagen de un exuberante deportivo con grandes prestaciones. Sin embargo, si eres seguidor de la marca de Maranello seguro has escuchado hablar del Ferrari 330 GT Shooting Brake, que lejos del clásico diseño italiano, presenta aires un tanto americanos.
Este 330 GT no es un hijo ilustre de la familia Ferrari, de hecho, para varios expertos es un culto a la rareza, el vehículo fue diseñado por el carrocero italiano Alfredo Vignale, un detalle llamativo es su alargada carrocería tipo vagón de aspecto estadounidense. El auto estaba destinado para comenzar un negocio que ofreciera Ferraris personalizados en Estados Unidos. Sin embargo, esta idea nunca tuvo éxito y el vehículo no pudo ser comercializado con facilidad.
Transformado en 1967 y exhibido en el 1968 Torino Motor Show, podría decirse que fue la única ocasión en la que un Ferrari fue adaptado a un estilo particular, pues prácticamente no tenía paneles salvo una sección de cada puerta y el parabrisas. Contaba con un potente motor V12 de 300 CV característico de Ferrari y con tres carburadores Weber de doble garganta.
Por varios años este particular auto pasó de dueño en dueño, e incluso por mucho tiempo se desconocía su paradero, finalmente en el año 1995 fue redescubierto en los Países Bajos, marchitado por años de abandono, aunque conservaba todas sus partes originales. Fue adquirido por el multimillonario francés Jean-Claude Paturau y restaurado en su totalidad, después de varios años se vendió en una subasta por el monto de 410,000 dólares.
Aunque el precio te puede parecer algo elevado, el valor de este Ferrari se potencia gracias a la leyenda que gira en torno a su producción. Fue considerado como “el Ferrari maldito”, pues no tuvo el éxito esperado; a esto se añade que fue el último trabajo de Vignale quien murió en un accidente automovilístico pocos días después de vender su fábrica en 1969.
Maldito o no, este Ferrari es el claro ejemplo de cómo los fabricantes de vehículos evolucionan para explorar nuevos mercados, Actualmente, el vehículo es propiedad de Ferrari y desde el 2015 es exhibido junto a otros modelos similares en el museo de la marca.