Este sistema ha sido adoptado por la Administración Nacional de Seguridad en Tráfico de Carretera de Estados Unidos y se trata de una escala de 5 niveles, 6 si contamos el 0 que está incluido en ella. El nivel 0, como es lógico, se asigna a aquellos vehículos en los que el conductor humano hace absolutamente todo. Los siguientes niveles son:
Nivel 1, asistente del conductor: el sistema automatizado en el vehículo puede asistir algunas veces al conductor humano durante algunas partes de la conducción.
Nivel 2, automatización parcial: el sistema automatizado en el vehículo puede llevar a cabo algunas partes de la tarea de conducción mientras el ser humano sigue supervisando el entorno y realiza el resto de tareas involucradas.
Nivel 3, automatización condicional: el sistema automatizado en el vehículo puede tanto conducir durante algunas algunas partes de la tarea de conducción y monitorizar el entorno en algunos casos, pero el conductor humano debe estar preparado para tomar el control cuando el sistema lo requiera.
Nivel 4, automatización alta: el sistema automatizado en el vehículo puede tanto conducir como monitorizar el entorno y el humano no necesita tomar el control, pero el sistema puede operar solamente en determinados ambientes y bajo ciertas condiciones.
Nivel 5, automatización completa: el sistema automatizado puede realizar todas las tareas relacionadas con la conducción y bajo todas las condiciones en las que un conductor humano podría realizarlas.
Esta escala es un fiel reflejo del estado en el que nos encontramos en lo referente a la automatización de vehículos. Hace tan solo unos años, esta clasificación habría sonado a ciencia ficción o, por lo menos, hubiese parecido muy pretenciosa. Sin embargo, a día de hoy, se apega bien no solamente a lo que ya existe sino a lo que se pretende llegar. Y tal vez, algún día sea necesario especificarla más, que nunca se sabe.
Imagen: Grendelkhan
Fuente: BoingBoing