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A carrera seguida se llevó a cabo la décima cuarta fecha del mundial de Fórmula 1, el Gran Premio de Italia, disputado en el circuito de Monza, conocido como el “templo de la velocidad” por ser el más rápido de todos, y que, además, no ve ganar a un Ferrari en frente de sus miles de “tifosis” desde el año 2010 (F. Alonso); y como se venían dando las cosas en términos de competitividad, todo parecía indicar que esa larga racha de “vacas flacas” estaba por terminarse tras el 1-2 de los autos rojos en clasificación, monopolizando así la primera fila de la grilla de partida, algo que tampoco sucedía desde 2002 (M. Schumacher y R. Barrichello), con el aliciente adicional que la Pole Position conseguida por Kimi Raikkonen se convirtió en la nueva vuelta más rápida de la historia de un F1 a un promedio de velocidad de 265.3 Km/h., superando a la del colombiano Juan Pablo Montoya conseguida en este mismo circuito en el año 2004 al mando de su Williams – BMW.
Raikkonen – Vettel largando entonces al frente, pero la ansiedad del alemán por un lado, y el excesivo desgaste de los neumáticos en el Ferrari del finlandés por otro, hizo que la maestría de Lewis Hamilton estuviese ahí para, una vez más, sacar provecho de la situación y llevarse así una nueva victoria que le deja más líder que nunca en el campeonato, ahora con una ventaja de 30 puntos sobre Vettel con 175 aún en juego. No obstante, es la diferencia más amplia entre ambos pilotos desde que arrancó la temporada.
Sexta victoria entonces en este año para Hamilton, la # 68 en F1, la quinta en Monza, y la quinta también y de manera consecutiva para Mercedes en la casa de Ferrari, y eso, sin duda, que le debe doler y mucho a los italianos que han visto otra vez como se les vuelve a escapar entre los dedos una nueva victoria, más aún teniendo después de tanto tiempo finalmente un auto para ello, un auto ganador. Pero los errores y hasta un poco de mala suerte también, conspiran para que Ferrari, y sobre todo Sebastián Vettel se queden con las manos vacías como tantas otras veces en el pasado.
Tanto Raikkonen como su coequipero y Hamilton tuvieron una buena largada, por lo tanto manteniendo los tres sus respectivas posiciones de partida pero, al llegar a la segunda “Shicane”, Hamilton se la juega y lanza su ataque para pasar a Vettel.
Efectivamente una maniobra arriesgada pero, siendo Lewis el que lidera el campeonato, es el que menos tenía que perder, y con la buena racha en la que anda el británico todo este año, la maniobra le sale perfecta, maniobra de cirujano, y más bien el que se equivoca es Vettel que al tratar precipitadamente de defender su posición que ya estaba ganada por Hamilton, pierde el control de su Ferrari, se golpea levemente con el Mercedes que milagrosamente sale ileso del contacto, y se va en trompo cayendo así hasta la última posición luego de, incluso, tener que pasar por pits para cambiar la trompa dañada de su bólido. Gracias al extraordinario rendimiento que tiene ahora su Ferrari, Vettel pudo remontar hasta el cuarto puesto final que de todos modos no sabe a mucho tras el error cometido, y peor aún siendo que la victoria quedó en manos de su archi rival Hamilton.
Entonces, la situación se traduce en que, mientras que Sebastián no deje de cometer tantos errores de apreciación siendo víctima de su propia ansiedad, va a ser muy difícil, por no decir imposible, que el alemán le pueda dar a Ferrari el título que tanto ansían desde hace 10 años. Actualmente, Vettel no es un piloto confiable cuando las “papas queman”, cuando la presión está en ebullición, y principalmente cuando su máximo rival se llama Lewis Hamilton que, al contrario, es uno de los mejores sino el mejor para conducir bajo presión, a más de ser extremadamente rápido. Lo demostró frente a Nico Rosberg en su momento, y actualmente frente al propio Vettel hace lo mismo desde el año pasado.
La comparación del alemán frente a su coequipero Raikkonen que, dicho sea de paso, a sus casi 39 años está manejando como en sus mejores días, es fácil ya que, en Monza, Kimi también sintió la arremetida de Hamilton en el relanzamiento de la carrera tras el accidente que involucró a Marcus Ericksson y Brendon Hartley pero, a diferencia de Vettel, el finlandés lo dejó pasar “tranquilamente”, sin desesperarse, y le devolvió el ataque para en la siguiente frenada volver a pasarlo a Lewis recuperando así la punta de la carrera. Eso mismo es lo que debió hacer Vettel puesto que tenía auto para ello. Al contrario, el alemán se precipitó arruinando así toda opción de victoria al olvidarse que las carreras no se ganan en la primera curva, ni en la primera vuelta, pero si se las puede perder; y quien sabe si no ha hipotecado ya de manera definitiva sus posibilidades de campeonar este año.
De todas maneras, sin Vettel en la batalla, la victoria debió quedarse en manos de Raikkonen, un Kimi extraordinario que tuvo que luchar solo contra el juego de equipo que le planteó Mercedes al dejarlo en pista a Valtteri Bottas hasta el último suspiro de sus neumáticos antes de realizarle el cambio de los mismos con el único objetivo de bloquear a Raikkonen y permitirle así a Hamilton que recuperara los casi 5 segundos que le separaban al británico del piloto de Ferrari luego de que ambos hicieron su respectivo cambio de llantas en pits. Pese a ello, Kimi tenía el auto para resistir ante Lewis. Sin embargo, esta vez fallaron los neumáticos, o mejor dicho, el Ferrari es el que falló al castigar en exceso a sus llantas traseras que rápidamente empezaron a recalentar, por consecuencia a hacer ´ampollas´, lo que se traduce en pérdida de agarre y adherencia en las curvas, con lo cual Raikkonen no pudo hacer nada para evitar que Hamilton lo pasara y se llevara la victoria.
Más allá de que el finlandés cambió sus llantas 7 vueltas antes que el británico, se trató de una situación muy inusual ya que, normalmente el auto que más castiga a los neumáticos traseros es el Mercedes pero esta vez resultó todo lo contrario, las llantas del compuesto blando funcionaron a la perfección en los autos alemanes mientras que en el Ferrari se destrozaron. Ante esta situación, imposible para Kimi regalarle la tan ansiada victoria en casa a los “tifosi” italianos.
Sin duda, tremenda decepción y frustración en Ferrari mientras que Hamilton y Mercedes se han frotado las manos con gusto porque, además, con el tercer puesto de Bottas y solo el cuarto de Vettel gracias a la sanción para Max Verstappen, Mercedes también aumentó su ventaja en los puntos sobre Ferrari en el campeonato de marcas de 15 a 25 unidades, de igual manera la más amplia en lo que va del año. Y a propósito de la sanción a Verstappen, considero que esta fue acertada por parte de los comisarios deportivos del Gran Premio porque, efectivamente, si bien en un principio Max protege la cuerda cuando Bottas se pone a su altura para pasarlo en la frenada, pero se vuelve a abrir para tomar la curva dejándole sin lugar al piloto de Mercedes, con lo cual el contacto con el Red Bull del holandés fue inminente. Por consiguiente, sanción correcta de 5 segundos a su tiempo final de carrera que favoreció a Vettel puesto que el alemán terminó la carrera a solo dos segundos de Max recuperando así dos puestos que también parecían perdidos.
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