Sin embargo, tener a los tres primeros en la grilla de partida, L. Hamilton, V.Bottas y S. Vettel en ese orden, separados por apenas una décima de segundo, nos llevó a pensar que estábamos frente a una gran carrera. No obstante, tras las primeras vueltas de la competencia, el dominio de Mercedes y, sobre todo, de Lewis Hamilton, se evidenció notoriamente, por lo que el resultado final fue un doblete de la escudería alemana sin atenuantes gracias al segundo puesto de Valtteri Bottas.
Sí 15 días antes en Azerbaiyán decíamos que Lewis Hamilton se había encontrado con una victoria que “no” se merecía, que le apareció de la nada, en España la cosa fue muy diferente. Esta vez, Lewis ganó con absoluta autoridad, dominando la competencia de principio a fin, para así sumar su victoria 64 en F1, la segunda en este año igualando a Sebastián Vettel.
Hizo también su tercera en España, algo que solo Michael Schumacher y Mika Hakkinen habían logrado en el pasado, y consiguió además un nuevo récord al ser esta su victoria 41 largando desde la Pole Position, superando así las 40 del mismo M. Schumacher. A esto se suma la 39 en que sumó puntos de manera consecutiva, superando también, desde el Gran Premio de Azerbaiyán, a Kimi Raikkonen, que se quedó con 37. Es decir, un Lewis intratable y con nuevas marcas que van dejando un legado impresionante que, en números, es solo superado por el gran Michael Schumacher.
Pero claro, para conseguir todo esto, el auto debe acompañar. Y sobre el asfalto barcelonés, el Mercedes fue demoledor para sus rivales, incluido Ferrari. Hamilton también lo fue, ganándole claramente a Vettel y, principalmente, a su coequipero Bottas que, pese a disponer de la misma montura, nunca pudo tener el mismo ritmo que el piloto británico. De hecho, podríamos decir que Lewis volvió a “despertar” luego de que en los tres Grandes Premios anteriores lo vimos muy por debajo del nivel al que normalmente nos tiene acostumbrados, incluso por debajo del nivel de Bottas. Pero, insisto, en España demostró que sigue intacto para seguir logrando grandes cosas. Veremos si la tendencia se mantiene en las próximas carreras.
Y, a todo esto ¿Qué pasó con Ferrari? ¿Qué pasó luego de que en las tres carreras anteriores los italianos habían sido los más rápidos en pista? En realidad, no es que haya pasado mucho. Como habíamos anticipado desde el inicio de la temporada, el rendimiento entre Mercedes y Ferrari es tan parejo actualmente que la ventaja de uno u otro dependerá fundamentalmente de la pista en que se corra; de cómo ésta le cae a las características aerodinámicas, fundamentalmente, de cada uno de los autos; de cómo hacen trabajar y cómo desgastan unos y otros los neumáticos sobre el asfalto de turno. Esta vez, en suelo español, fue el Mercedes el que mejor se adaptó, algo que ya habíamos evidenciado en los ensayos de pretemporada en este mismo circuito, razón por la que el resultado en Barcelona era predecible. El Mercedes simplemente fue superior al Ferrari que, en relación al auto alemán, careció de adherencia, de grip, sobre la capa asfáltica de este trazado.
Sin embargo, de igual forma es obvio que en Ferrari se equivocaron de estrategia al llamar a Vettel a pits dos veces para cambiar llantas mientras que la gran mayoría de equipos, incluido Mercedes y Red Bull, cambiaron solo una vez los neumáticos. Y no solo eso, no solo que en esa segunda entrada a pits Sebastián perdió dos posiciones cayendo del segundo al cuarto puesto detrás de Bottas y Verstappen; sino que, además, en esa detención extra le montaron llantas del mismo compuesto medio en vez de optar por el blando con el objetivo de compensar esa detención adicional con neumáticos más veloces que los de sus rivales y, así, intentar pasar a Verstappen y recuperar, al menos, un lugar en el podio.
Pero no, en Ferrari pensaron en otra cosa y la resultante fue un rotundo fracaso. Fracaso en estrategia y fracaso en confiabilidad ya que, por su parte, Kimi Raikkonen debió abandonar, el segundo retiro de cinco posibles en lo que va de la temporada, esta vez por un daño en su planta motriz; un daño que, dicho sea de paso, ya se había presentado en las prácticas libres del viernes. Por consiguiente, hay algunas cosas aún por corregir casa adentro en Ferrari si todavía piensan en que pueden destronar a Mercedes al final de este año.
Por el lado de Red Bull, luego del nefasto enganche entre sus dos pilotos 15 días antes en Azerbaiyán, todo parece haber regresado a la normalidad entre Daniel Ricciardo y Max Verstappen. Este último, ganador justamente en España por primera vez en F1 dos años antes, fue el que mejor rendimiento tuvo frente a su coequipero, arrebatándole la tercera ubicación a Vettel cuando éste paró por segunda vez a cambiar llantas sin que el alemán pudiera hacer nada para poder volver a pasar al de Red Bull. Todo esto mientras que Riciardo finalizó quinto, precisamente detrás del Ferrari # 5 y muy lejos como para pensar también en superarlo.
Finalmente, revisando la “segunda división” de esta F1 2018, es decir, de Mercedes, Ferrari y Red Bull para atrás, es muy destacable el sexto puesto de Kevin Magnussen. Fue muy criticado por sus colegas debido a sus peligrosas maniobras en pista pero, en resultados, ha sido notable lo del piloto danés, finalizando justo por delante de los dos españoles, Carlos Sainz séptimo y Fernando Alonso octavo, ambos en los puntos frente a su público. Y esto sin dejar de mencionar también a Charles Leclerc, otra vez en los puntos y nuevamente como gran protagonista en la mitad del pelotón con su Sauber – Alfa Romeo. Insisto: ojo con él. En lo personal, estoy convencido de que va a dar mucho de qué hablar. Si no es piloto Ferrari desde el próximo año, a más tardar lo será a partir del 2020.