Existen ciertos tópicos acerca de la manera de manejar de cada tipo de persona en función de su sexo y/o edad que están muy arraigados en todas partes. Por lo general, los tópicos solo son ideas asentadas en la sociedad que no están sustentadas por datos. Por eso, estudios como del que vamos a hablar a continuación son valiosos, pues desmontan tópicos usando los datos para ello.
El estudio en cuestión fue realizado por el Instituto de Economía del Transporte de Noruega y su objetivo era encontrar quiénes eran los que se distraían más al estar detrás el volante, ya sea enviando mensajes de texto, hablando por celular, comiendo o bebiendo… Y el resultado fue que quiénes más se distraían eran los hombres jóvenes.
Según señaló el autor principal del estudio, Ole Johansson, «Descubrí que los hombres jóvenes estaban entre los más propensos a reportar distracción. Otros más propensos a la ella son los que manejan a menudo y los que tienen personalidades neuróticas y extrovertidas».
Por otro lado, las mujeres de edad avanzada y las personas que sentían que podían controlar sus distracciones eran más capaces de mantener su atención donde debía estar: en la carretera que tienen delante.
En el estudio se indica que aquellos que son más propensos a distraerse al volante a menudo también sentían que tenían poco control sobre la distracción. Sin embargo, también tienden a pensar que no es “nada grave”, que es socialmente aceptable. Una concepción equivocada ya que la Organización Mundial de la Salud calcula que cada año se pierden más de un millón de vidas en las carreteras debido a la conducción distraída.
¿Cómo reducir esta mortalidad causada por las distracciones? Según apuntó Johansson, una forma de reducir las distracciones podría ser que los conductores diseñen sus propios planes de prevención. Para estimularlos a hacerlo puede ser suficiente con hacerles llegar la información relativa a la existencia de este problema pues hay mucha gente que no es consciente de él.
Para Johansson, según indicó en un comunicado de prensa, las intervenciones informativas «podrían enfocarse en grupos de riesgo, como los hombres jóvenes con malas actitudes hacia la conducción distraída y una creencia baja de que pueden controlar su distracción».
Fuente: WebMD