Está claro que, como todo en esta vida, los gustos automovilísticos cambian con el tiempo. Para hacerse una idea de cuánto, solo hay que colocar a un Lincoln de mediados de los 70 y un Prius moderno uno junto al otro.
Es fácil comprobar los cambios estéticos a toro pasado. Lo difícil es evaluar qué elementos de los que hoy consideramos atractivos seguirán siéndolo dentro de 20 años. Sin embargo, en Autoblog son atrevidos y se han lanzado a hacer predicciones acerca de varias cosas que hoy día son lo más de lo más pero que en 2038 podrían ser… Bueno, según ellos, podrían seguir teniendo su encanto o provocar deseos de que nos arranquen los ojos. Veamos cuales son.
En teoría, estas luces están para iluminar cualquier posible suciedad que el conductor pueda arrastrar involuntariamente al interior del auto. Aunque dado que la mayoría de ellas muestran el logo del fabricante, más podría tratarse de un ejercicio de llevar el posicionamiento de marca un poco más lejos.
La verdad es que esto ya se ve hoy un poco… vulgar. En cualquier pavimento que no esté liso y prístino, lo que se ve es una imagen borrosa. Y eso hoy: dentro de 20 años podría ser algo por lo que más de uno exclame «¡Pero en qué estaban pensando!».
Sí, hay autos que lucen espectaculares con sus colores mate, pero no está tan claro que sea algo que soporte el paso del tiempo. Se podría comparar un poco con las hombreras de los 80: por entonces, parecían una buena idea, pero hoy día no tanto.
Se trata de una de las modas de diseño más populares de los últimos dos años y busca atestar cada rincón oscuro del interior del vehículo con LEDs. ¿Se seguirá viendo como algo atractivo dentro de 20 años? Pues posiblemente no, pues ya ha pasado antes.
En los días de la primera película de la serie Fast and Furious, el neón subluz y la iluminación interior fueron de las modificaciones que más se pusieron de moda. Incluso su uso fue muy destacado en juegos como Need For Speed Underground y Midnight Club. Pero pocos años después, se volvieron muy desagradables para muchos. Es de esperar que lo mismo ocurra con estas configuraciones de fábrica: con el tiempo suficiente, pasarán de moda de la misma manera que lo hicieron los extravagantes interiores cromados de los años 50.
Las franjas de autos deportivos son de esas cosas que nunca pasan de moda. O si lo hacen, tan solo es durante un tiempo hasta que vuelven de nuevo. Es de esperar que para dentro de 20 años, la cosa siga siendo más o menos igual. A menos que en 2038 viajemos en cápsulas autónomas de transporte. En ese caso, las franjas quedarán realmente ridículas.
El Alcantara es un material textil que se puede definir como una especie de ante artificial. Tiene el mismo aspecto, aunque el Alcantara es un poco más robusto. En la mayoría de los casos, permite lidiar con manchas e incluso con fuego con facilidad. Por lo tanto, parece ideal para el interior de un auto. Y sí, lo es, pero parece que su uso se les ha ido de las manos a los fabricantes. Los usos moderados posiblemente se sigan viendo bien dentro de 20 años, pero los excesos seguramente sean condenados.
Otra vez volvemos a hablar de exceso. Y es que todos y cada uno de los autos de lujo que quieren proyectar una imagen deportiva añade este tipo de adorno donde le sea posible. Al igual que con la iluminación ambiental, la falta de funcionalidad de esta característica es señal de que terminará pasando de moda. Además, los autos económicos han empezado a incluir plásticos para emular la malla vista de fibra de carbono, lo cual es una señal de que sin duda no soportará el paso del tiempo.
Hay tecnologías que aparecen solo para despertar una sensación futurista pero que luego terminan pasando de moda porque resultan poco prácticas. Y eso es lo que es muy posible que pase con controles como patear debajo del parachoques trasero de un Ford para abrir el maletero o controlar el volumen de la música en un BMW girando en el aire.
Básicamente, se trata de características redundantes que no son tan intuitivas como parece o como creen sus creadores. Además, para cuando consigan lograr que funcionen lo suficientemente bien como para reemplazar los controles táctiles de toda la vida, el interés en ellas habrá disminuido.
En general, los LED son geniales. Están a punto de clavar el último clavo en el ataud del uso de la bombilla incandescente en el mundo automotriz y serán sin duda el emisor de luz preferido dentro de 20 años (a menos que algo realmente innovador lo desplace). Pero la forma en que se emplean actualmente de nuevo raya el exceso.
Está claro que los acentos LED tienen los días contados. Ahora resultan muy atractivos y novedosos, pero a medida que los LED en general se integren y propaguen cada vez más, dicho atractivo irá decayendo. Cuando se mire atrás desde 2038, el abuso que se hace de ellos ahora será visto como chabacano.
Es verdad que Tesla no es ni un elemento ni una función, pero sí es lo que está más de moda y de lo que más se habla en el negocio automovilístico. ¿Seguirá siéndolo dentro de 20 años? Si ha conseguido capitalizar su éxito inicial, posiblemente será una mina de oro. Y si no, no existirá. Pero lo más probable es que termine siendo algo intermedio. Por ejemplo, convirtiéndose en una división de algún importante fabricante de automóviles en algún momento de la próxima década. O quién sabe, tal vez se reinvente siguiendo el modelo de Apple. Lo cierto es que todo es posible con Tesla y Elon Musk.
Fuente: Autoblog