La legendaria marca italiana fundada por Alfieri Maserati cumple nada menos que 104 años de existencia, no sólo cuenta con innumerables éxitos dentro de las pistas de carreras, sino también hechos y curiosidades dignos de ser compartidos.
La compañía bolognesa comenzó como un negocio familiar, ya que Alfieri Maserati no se encontraba solo, también trabajaron junto a él sus hermanos Bindo, Ettore y Ernesto quienes colaboraron con la marca poco después de su fundación.
El tridente que luce en su mano la estatua de Neptuno que hay en la ciudad natal de la marca, Bolonia (Italia) fue la inspiración para adoptarlo como escudo de la marca, obra realizada por Mario Maserati, uno de los hermanos del fundador.
Entre 1975 y 1993, con la participación del mecánico argentino Alessandro De Tomaso y los diseños de Carrozzeria Ghia, se crearon automóviles con nombres tomados de vientos famosos. Entre ellos se destaca el Bora, que es un viento frío y seco que sopla del noroeste en los Balcanes e Italia a través del mar Adriático, y Ghibli es el nombre libio para el viento Siroco. Otros nombres son de circuitos de automovilismo, Kyalami, autódromo al oeste de Johannesburgo, en Sudáfrica, o Sebring, en Florida, Estados Unidos donde incluso ha corrido la Fórmula 1.
En 1957, el piloto argentino Juan Manuel Fangio pasó a competir para Maserati y, tras cuatro victorias en la temporada oficial, se adjudicó su quinto y último título mundial de Fórmula 1 con 21 puntos de diferencia sobre el británico Stirling Moss (46 a 25). Luego de este notable éxito, la marca decidió retirarse de la máxima categoría del automovilismo mundial.
Previo al surgimiento de la Fórmula 1, Maserati se adjudicó la victoria de la competencia automovilística más antigua y famosa del mundo en 1939 y 1940, con el legendario monoposto 8CTF “Boyle Special”. En conmemoración del 75º aniversario de su primer éxito en la carrera estadounidense el 8CTF volvió a girar en el mítico óvalo de 2,5 millas durante la previa de la edición 2014 en manos del ex piloto norteamericano Johnny Rutherford.
Entre 1947 y 1960, Maserati dedicó su actividad a la fabricación de complementos para el automóvil como bujías y baterías, además de la fabricación de motocicletas y ciclomotores. En estos inicios, la fábrica estaba bajo el paraguas de Adolfo Orsi propietario por aquel entonces de la marca Maserati.
Cada automóvil Maserati ha tenido siempre una parrilla de radiador elegante y distintiva, con un significado muy especial. Desde mediados de los años 30 en adelante, las parrillas del radiador empezaron a ser incluso más distintivas. A medida que evolucionaron las parrillas del radiador de sus autos de competición, la marca también prestó mucha atención al estilo de las parrillas de sus vehículos de carretera. Con el paso del tiempo el diseño de los autos empezó a ser más estilizado, las parrillas del radiador variaban mucho de un modelo a otro. En el Ghibli tenía un cromado alrededor y un logotipo del Tridente en el medio, mientras que el Indi no disponía de una parrilla como tal, pues el motor estaba refrigerado por varias tomas de aire colocadas en la parte inferior del frontal. La tendencia ha continuado a través del diseño actual con sus expresivas parrillas que acentúan la personalidad elegante y deportiva de cada modelo.
Durante años Maserati ha trabajado con varios ingenieros y diseñadores independientes, como Giugiaro, Ghia, Zagato, Ramaciotti y Pininfarina. Con su trabajo conjunto en diferentes proyectos, Maserati y Pininfarina han creado algunos de los diseños y concept cars más populares de todos los tiempos, entre los que se incluye el Birdcage 75º, reconocido como uno de los modelos Maserati más icónicos de la historia reciente.
Sin dudas Maserati es una marca que se ha destacado tanto dentro como fuera de las pistas.
Fuente y fotos: Autobild.es – Artemotor.net – Alfonsofigares.com – Maserati.com – Pixaby.com