Menos dinero, menos problemas
La primera podría ser coherencia con su estilo de vida austero. Sobre lo cual Mujica ha dichoen reiteradas ocasiones: “si tengo pocas cosas, necesito poco para sostenerlas, mi tiempo de trabajo que dedico es el mínimo y me queda para gastarlo en las cosas que a mí me gustan, en ese momento creo que soy libre”.
Para vivir, el expresidente no necesita más que “dos o tres piecitas, una cocina, lo elemental, que yo con mi compañera lo arreglamos en un momentito”. La vivienda de Mujica está ubicada en el barrio Rincón del Cerro, en las afueras de Montevideo.
El líder uruguayo explicó que el Volkswagen fue un regalo que él y su compañera recibieron de un grupo de amigos, quienes hicieron una colecta para la adquisición del automóvil: “Ofenderíamos a ese puñado de amigos. Mientras viva, nunca lo podría vender… Dormirá en el galpón y el porvenir dirá cuál es su destino”.
Otro de los interesados en el mediático auto de Mujica fue el embajador de México en Uruguay, Felipe Enríquez, quien ofreció a cambio 10 camionetas 4×4. La oferta, sin embargo, también fue rechazada.