Si el final de la temporada 2018 del Campeonato Mundial de Rally estuvo apasionante, prácticamente con tres pilotos con opciones de llevarse el campeonato hasta la última carrera del año, el inicio del 2019 no ha sido menos emocionante, como una continuación de lo que pasó el año pasado y dejándonos saber, desde ya, que esta temporada va a ser igual o más intensa, con los mismos Sebastien Ogier, Thiery Neuville, y Ott Tänak, representando a tres constructores diferentes, Citroen, Hyundai y Toyota respectivamente, luchando por el título.
Como ya es costumbre, el escenario para la primera fecha fueron las pintorescas montañas del principado de Monte-Carlo, que se lo corre sobre asfalto pero con la complejidad que significa tener la eventual presencia de nieve, pero sobre todo de hielo sobre la superficie debido a la época invernal, lo que genera cambios bruscos de adherencia para los autos y pilotos, lo cual hace de este mítico Rally, el más importante del calendario, y al mismo tiempo uno, sino el más difícil de la temporada.
¿El ganador? Sí, el “mismo de siempre”, al menos el que ha ganado en el principado en los últimos seis años, el francés Sebastien Ogier, actual séxtuple Campeón del Mundo, pero esta vez conduciendo un Citroen C3, luego de haber regresado al equipo francés que lo vió nacer en el Rally mundial, allá por el año 2009, luego de su paso por Volkswagen y Ford.
No obstante, esta victoria fue de las más complicadas y difíciles para el actual campeón puesto que la consiguió por apenas 2,2 segundos de ventaja sobre su inmediato perseguidor, que no fue otro que su más cercano rival por el título los últimos tres años, el belga Thiery Neuville.
Un Neuville que llegó al último prime de velocidad a solo 4 décimas de segundo de Ogier, pero más que lamentarse por la mínima diferencia que lo superó del francés al final del Rally, el piloto de Hyundai no podía esconder su desazón en el sentido de que Thiery no perdió la carrera en la última especial, sino que lo hizo dos días antes en uno de los primeros tramos cronometrados en que se equivocó en la ruta yendo por un desvío de carretera que no era el correcto. Inmediatamente rectificó el error pero, entre dar la vuelta y regresar, perdió entre 15 y 20 segundos, los cuales bastaron para ser segundo en vez de primero al final de esta, la edición número 87 del Rally de Monte-Carlo.
En tercer puesto terminó Ott Tänak con su Toyota Yaris a 2´15” de Ogier pero, considerando que el piloto estoneo sufrió un pinchazo en un neumático durante la primera etapa cuando era líder, que le costó entre 2 y 2 minutos 30 segundos cambiar la llanta, está claro que Tänak también pudo ser el ganador.
Una vez más quedó evidenciado que la “suerte del campeón” estuvo para Ogier que, al contrario de sus más importantes rivales, no sufrió ningún contratiempo que le hiciera retrasarse, pero al mismo tiempo, demostrando porque es seis veces Campeón del Mundo, simplemente porque el francés rara vez se equivoca.
Como dato importante a destacar también fue la presencia del francés Sebastien Loeb en su debut con Hyundai con quien tiene planificado un programa de seis Rallies para este año con el fin de ayudar a la marca coreana a obtener su primer título de constructores, es decir que Loeb no luchará por el de pilotos, objetivo más bien y claramente definido para Neuville.
El nueve veces Campeón del Mundo finalizó cuarto, a 2´ 28” del ganador. Suena a mucha diferencia pero no hay que olvidar que el tiempo que tuvo Loeb para familiarizarse con su nuevo equipo luego de más de 15 años con el grupo PSA (Citroen – Peugeot), y sobre todo con su nueva montura, el Hyundai I20, ha sido muy corto. Terminado el Dakar en que finalizó en tercer lugar, Sebastien apenas tuvo tiempo para regresar a Francia e integrarse a su nueva estructura, que, sin duda, es muy diferente a todo lo conocido para él en el pasado. Por ello, muy meritorio su cuarto puesto final en este Monte-Carlo 2019 que, insisto, ha marcado el arranque de una nueva temporada de Rally que se anuncia igual o más apasionante y disputada que la del 2018. Ogier empezó con pie derecho la defensa de sus seis títulos consecutivos, pero ¿será que podrá hacerlo una vez más frente a Neuville y Tanak, cada vez más amenazantes? Hagan sus apuestas.