Y, efectivamente, lo que parecía que sería un doblete indiscutible para los italianos, se transformó en un 1- 2 para los alemanes de Mercedes gracias a la lluvia que se hizo presente en el tramo final de la carrera, situación en la que Mercedes supo imponerse a Ferrari estratégicamente hablando pero, principalmente, en la que sus dos pilotos, Lewis Hamilton y Valtteri Bottas, fueron mucho más efectivos que los de rojo, Sebastián Vettel y Kimi Raikkonen, con lo cual el rumbo inicial del Gran Premio cambió dramáticamente hacia el final de la carrera. De hecho, una victoria fantástica, literalmente “caída del cielo” para Hamilton, la cuarta en este año, la 66 en F1, así como la 80 para Mercedes. Y qué mejor que haya sido en casa.
La última vez que un piloto remontó desde la décima cuarta posición en la grilla para ganar una carrera fue en el año 2006, cuando Jenson Button realizó una hazaña similar en el Gran Premio de Hungría al volante de su Honda; de hecho, la tercera y última victoria del constructor japonés en F1. En esta ocasión le tocó a Hamilton, luego de que, el día anterior, tras lo sucedido en la clasificación en que debió retirarse de la Q1 apenas con el décimo cuarto mejor tiempo debido a una falla hidráulica en la dirección de su Mercedes, nadie hubiese pensado que, al día siguiente, Lewis iba a poder ganar la carrera, al menos no bajo condiciones normales. Mientras Hamilton sufría el daño técnico en su bólido y se lamentaba amargamente por ello, Sebastián Vettel disfrutaba de haber logrado la Pole Position ante su público tras una fantástica vuelta de clasificación al mando de su Ferrari, claramente superior al Mercedes, y más satisfecho aún sabiendo que Hamilton largaría desde tan atrás.
En síntesis, todo parecía indicar que la victoria estaba destinada para el piloto alemán. Tanto así que, promediando el Gran Premio, la preocupación de Ferrari no era otra que si debían o no pedirle a Raikkonen que dejara pasar a Vettel luego de que en pits Kimi había pasado adelante. Marchando ambos Ferrari en punta, el finlandés finalmente debió aceptar el pedido del equipo dejando pasar a su coequipero que es quien, a fin de cuentas, está luchando por el campeonato. Hasta ahí, todo color rosa en Ferrari, haciendo valer definitivamente su superioridad en la pista sobre las flechas de plata.
Pero, en las carreras de autos, no siempre solo se necesita ser los más veloces en pista, sino también los mejores estrategas cuando las circunstancias así lo exigen. Y si, en los dos Grandes Premios anteriores, Mercedes se había equivocado ampliamente en sus decisiones estratégicas, esta vez acertaron. Principalmente con Hamilton, cuando la lluvia se hizo presente, y más aún cuando la carrera fue neutralizada a causa del accidente de Vettel. Un vil error de principiante del alemán, se podría decir, pero que esta vez lo protagonizó un múltiple campeón del mundo.
Pero, ¿en dónde es que Hamilton gana la carrera? Aunque difícil de creer, Lewis la gana precisamente gracias al despiste y consecuente abandono de Vettel. Sin duda que el detonante absoluto del drástico cambio de rumbo del resultado final de este Gran Premio alemán fue la lluvia, inicialmente, porque a partir de ese momento los dos Mercedes empiezan a ser los más rápidos y comienzan a dar caza a los Ferrari, hasta el punto de que Bottas logra pasar a Raikkonnen, que se pone segundo aprovechando que el finlandés de Ferrari se complicó con un grupo de rezagados. Lewis, de igual manera, se empieza a acercar a los tres punteros, y cuando Vettel se despista con la pista mojada, un leve descuido en la frenada le significó al alemán perder una carrera que tenía ganada y llega la neutralización de la competencia con la aparición del Safety Car. En ese momento, Ferrari aprovecha y llama a Raikkonen para cambiar llantas. Mercedes hace lo propio con Bottas y ambos vuelven a montar neumáticos slicks puesto que, en ese instante, dejó de llover.
En Mercedes deciden hacer lo mismo con Hamilton pero, a último momento, justo cuando Lewis ya ingresaba a pits, le piden que se mantenga en la pista. La decisión de no realizarle el cambio de llantas fue de tan última hora que el británico tuvo que irse al césped para poder abortar la entrada a boxes, con lo cual Lewis pasó a ser el nuevo líder de la carrera por delante de Bottas, a quien le dieron la orden de no atacar a su coequipero tras el relanzamiento de la carrera y de Kimi, ahora tercero.
Es decir, que el despiste de Vettel no solo que le significó al alemán perderse una segunda victoria, o sea, el equivalente a 25 puntos, sino que estos mismos puntos fueron directamente para Hamilton ya que, gracias al despiste de Vettel, vino el Safety Car por rl cual Lewis pasó a la punta gracias, a su vez, a la decisión de su equipo de estrategas de mantenerlo en pista a diferencia de lo que sí hicieron con Bottas, al igual que hizo Ferrari con Kimi.
Al respecto del abandono de Vettel, fue un error de conducción para su despiste que le puede costar muy caro al alemán de Ferrari al final de la temporada. 25 puntos que se le esfumaron y que se fueron directo a la billetera de Hamilton que, por su parte, se salvó de ser sancionado por abordar a último momento su entrada a pits ya que, para ello, Lewis cruzó la línea de ingreso a los boxes, tal como lo hizo Raikkonen en Azerbaiyán y que por esa falta recibió 5´ de penalización. En esta ocasión los comisarios tomaron en cuenta que esa maniobra fue fruto de la confusión del equipo a la hora de decidir si lo mantenían o no en la pista, y, además, también consideraron que el hecho ocurrió durante un período de auto de seguridad por lo que solo decidieron amonestarlo, mas no sancionarlo. Es decir, que definitivamente se salvó Lewis ya que, en principio, pisar la línea de entrada a pits está prohibido por el reglamento.
Con este resultado, Lewis Hamilton retomó nuevamente la punta del campeonato de pilotos, 17 puntos por delante de Vettel, y Mercedes hizo lo propio en el de constructores, 8 puntos más que Ferrari, dejando ya bien relegados atrás a los pilotos de Red Bull que en Hockenhein simplemente no tuvieron un auto lo suficientemente rápido para rivalizar con los Mercedes y Ferrari. Así entonces, Max Verstappen terminó en cuarto puesto pero lejos de la punta mientras que Daniel Ricciardo sufrió su segundo abandono en las tres últimas carreras debido a una falla técnica en su bólido, al tiempo que Renault logró su mejor resultado en lo que va del año gracias al quinto puesto de Nico Hulkenberg.