En conversación con Fox Sports, el piloto quiteño reveló que durante el segundo tramo se recorrieron 250 km rápidos de tramo especial con una velocidad máxima de 160 km/h por caminos de tercer orden, lo cual les permitió cerrar la etapa en el puesto 44 de la categoría T1.1, que equivale a autos con cilindraje de 1.500 a 6.000 cm3.
Estas son buenas noticias para el ecuatoriano que, luego de su tercer intento en el Dakar tiene como propósito sobrevivir a la prueba y culminar la carrera, pues en las dos ocasiones anteriores tuvo que retirarse en la cuarta y quinta etapas respectivamente. Para esta temporada, Guayasamín va acompañado del copiloto argentino Mauro Lippe.
Sin embargo, los problemas no se hicieron esperar en la edición 2017, pues tuvo que arrancar la primera etapa con una leve gripe y fiebre, ocasionadas por el cambio de clima, la humedad de Paraguay y el aire acondicionado del hotel.
Mientras tanto en el camino, su Toyota Hilux tuvo que ser sometida a ajustes en la suspensión para que el auto no salga volando en terrenos de mayor irregularidad, por lo que aseguró que gracias al apoyo de los especialistas de la marca Monroe logró “el setup perfecto para el auto en esta prueba”.
Hasta el momento, Guayasamín ha alcanzado un tiempo de 3 horas, 18 minutos y 53 segundos, con una diferencia de tiempo de 1 hora, 11 minutos y 58 segundos del francés Sebastián Loeb, quien calificó la etapa en primer lugar.
La tercera etapa que se corre hoy, 4 de enero, atraviesa San Miguel de Tucumán y San Salvador de Jujuy en Argentina, por un trayecto total de 780 kilómetros, de los cuales 364 son de tramo especial.
Esta edición, número 39 del Rally Dakar, y octava en Sudamérica, tiene lugar del 2 al 14 de enero y atraviesa campos de Paraguay, Bolivia y Argentina por un total de 12 etapas y cerca de 8.800 kilómetros de recorrido.
La bestia ecuatoriana que corre en el Dakar 2017
El auto es todo un tema aparte, pues se trata de una Toyota Hilux 4×4 con motor 4.0 litros y 300 hp de potencia, un auto que empezó a ser preparado en Chile desde el 2015, y que cuenta con sistemas computarizados de control de emisión de aire, doble amortiguación en cada rueda para disminuir el impacto en cada salto, inyección óptima de de combustible y salida de gases, lo que en palabras de Guayasamín se traduce en “un ingeniero a bordo que adaptará al auto a las diferentes condiciones que se presenten en el camino”.
La inversión que implicó este auto, así como toda la logística que incluye su participación en el Dakar 2017 suma aproximadamente USD 350.000, que fueron obtenidos gracias al apoyo de 15 auspiciantes, entre empresa pública y privada. Dentro del equipo, Guayasamín cuenta con el soporte de 4 mecánicos argentinos y 6 ecuatorianos.
Fuente: El Comercio; Andes