En esta oportunidad, el conductor Daniel Pharris se puso al volante de un bello Corvette dotado con un motor de 4000 CV doble turbo HEMI, que alcanza los 320 km/h en tan sólo 4 segundos, casi lo que acelera un avión al despegar, aunque que estos tienen alas.
Durante el evento de Radial Revenge en el Tulsa Raceway Park, el extremo Corvette conducido por Pharris, quien se enfrentaba a Brandon Pesz, literalmente levantó de vuelo al no contar con ningún tipo de carga aerodinámica (alerones). El incidente podría haber sido mucho peor si el capó de fibra no se hubiera despegado en medio del vuelo.
Pese a la espectacularidad del vuelo, afortunadamente nadie salió herido y el auto cayó con sus cuatro ruedas en el suelo.
Fuente: Euribor.com.es
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