Las dudas sobre la calidad y el futuro de Tesla
A continuación, detallamos algunos de los desafíos que deberá encarar la compañía fundada por Elon Musk.
Los compradores de autos económicos son menos tolerantes con los errores
Edward Niedermeyer piensa que un auto valorado en USD 35.000 podría no ajustarse a las estrictas condiciones de calidad que requiere para ser comercializado a escala mundial: “El problema real de Tesla no es que sus autos son costosos, sino que son poco confiables”. Esta creencia se suma a la reciente investigación de National Highway Traffic Safety Administration de Estados Unidos, que reveló posibles problemas en la suspensión del Tesla Model S.
Para Niedermeyer todo empieza con la cultura de Tesla, que valora la innovación y la creatividad por encima de la ejecución confiable, “a diferencia de Toyota (por ejemplo), que conquistó el mercado norteamericano con un riguroso proceso de manufactura que enfatizó la calidad sobre todo lo demás”.
Mientras más económico sea el auto, dice Niedermeyer, más gente tiende a confiar en él y muchos más detalles vinculados a la calidad entran en juego. “Las compañías de autos deben elegir y desarrollar los materiales y componentes adecuados para preservar la integridad de su cadena de producción, y asegurarse de que su auto podrá funcionar en casi cualquier condición imaginable en el planeta”.
Otro problema específico es la moldura interior del techo panorámico del Model S, debido a su complejidad para construirlo y colocarlo, lo que ha ocasionado la aparición de goteras. “Muchas de esas filtraciones son tan pequeñas que los compradores apenas lo notan, pero en ciertas condiciones climáticas esto puede volverse alarmante”, explicó el experto.
Para Niedermeyer no es el fin del mundo que Tesla haya tenido dificultades con la calidad porque operan para un mercado de lujo, “pero cuando se comercialice el Model 3, con un rango de USD 30.000 a USD 50.000, el nivel de calidad requerido podría no ser suficiente”.
La cultura de Silicon Valley
A mediados del siglo XX Detroit era el equivalente a lo que hoy es Silicon Valley, pues “confían mucho en que cuando una cultura funciona muy bien puede ser universalizada”.
Sin embargo, dice el experto de The Truth About Cars, los riesgos de implicación legal son muy altos, pues es fácil para las personas cometer errores y culpar al auto. A partir de esta lógica, incluso para compañías como Toyota, podrían surgir problemas legales que pondrían en riesgo el destino de la empresa, “por ello son increíblemente conservadores sobre sacar nuevas características al mercado, y lo no harán hasta que funcione perfectamente bien en el 99,9% de los casos”.
Al contrario de esta forma de actuar, Tesla está llevando a cabo pruebas públicas, “lo cual es una propuesta muy riesgosa, porque el software del piloto automático de Tesla en condiciones de prueba con clientes podría ser parte de lo que los destruya como compañía”, es la opinión del experto.