Ford fue el primero en reaccionar, trasladando una inversión de USD 1.600 millones fuera de la planta de San Luis Potosí, que tenía previsto construir. Sin embargo, las amenazas de Trump también afectaron a otras marcas con presencia en México, como General Motors, Toyota, Audi, Fiat Chrysler, Honda, KIA, Mazda, Nissan, Toyota, Volkswagen y BMW.
BMW fue categórico al responder al Presidente Trump y el mencionado impuesto del 35% si la empresa no retira sus actividades de México, al recordarle que no sólo preservarán sus inversiones en México, sino que también podrían sacar su fábrica de Estados Unidos.
“Somos un exportador neto en Estados Unidos, donde producimos y exportamos más autos que los que vendemos en el país, lo que es bueno para la economía”, dijo Peter Schwarzenbauer, miembro del directorio de administración de BMW, quien llamó a Estados Unidos su “segunda casa”, ya que su planta en Spartanburg, Carolina de Sur, es el mayor sitio de fabricación de BMW en el mundo.
Esto significa que la casa alemana sigue adelante con el proyecto de contar con una planta en San Luis Potosí para 2019, lugar donde se producirán los modelos Serie 3.
Ludwig Willisch, presidente de BMW Norteamérica, agregó a la discusión durante el Auto Show de Detroit que la planta de San Luis Potosí “es parte de la red global de producción de la marca, y que desde allí se exportarán autos a todo el mundo, y no exclusivamente a Estados Unidos”.
Fuente: Guruchuirer