Aparentemente antes de la llegada del presidente Bush (hijo), el proceso era comprar las limusinas y después equiparlas con los sistemas de seguridad necesarios, lo cual generaba una inmanejable cantidad de sobrepeso, para la que estos autos no estaban preparados. De ahí que fallas en la transmisión y en el sistema de frenos eran algunos de los daños más comunes.
Con Bush en la Casa Blanca, el Servicio Secreto tuvo la posibilidad de diseñar y construir limusinas. Actualmente son fabricadas en Detroit por la división I+D de Cadillac. Aunque algunos agentes consideran que el vehículo presidencial es un camión con aspecto de limusina, tanto por su peso como por la forma de conducirlo.
La ‘Bestia’ que moviliza al presidente de Estados Unidos
La limusina que transporta a Barack Obama es conocida popularmente como “La Bestia” (The Beast), aunque lo que muchos no saben es que realidad se trata de 12 autos idénticos con motores V8, valorados en USD 1.5 millones cada uno.
Por su alto nivel de blindaje en acero, aluminio, titanio, cerámica y fibra de vidrio, la Bestia es tan pesada que es imposible abrirla desde adentro. Para conducirla, los agentes reciben cursos intensivos de conducción, en una pista de la academia del Servicio Secreto donde practican maniobras evasivas, curvas de alta velocidad y ejercicios de precisión al volante.
La limusina de Obama cuenta, además, con un tanque de combustible blindado recubierto con espuma especial para prevenir rupturas en caso de colisión o ataques con armas de fuego pequeñas. También posee un sistema de extinción de incendios y armas adicionales en el maletero, así como equipo médico de emergencia, contenedores con el tipo de sangre del presidente y un sistema de suministro de oxígeno alternativo.
Los neumáticos son un tema aparte, ya que cuenta con llantas especiales tipo run-flat desarrolladas por Goodyear, las cuales poseen un refuerzo de Kevlar que las vuelve a prueba de balas.
En caso que el parabrisas sufra daños, grietas o simplemente la visibilidad se complique, el auto cuenta con sistemas de videovigilancia y cámaras de visión nocturna, montadas en la parrilla frontal. Eso hace que la limusina no deba detenerse en caso de emergencias.
El interior está sellado en caso de ataques químicos, y dentro del habitáculo hay un teléfono por satélite encriptado, así como un sistema de video interactivo para que el primer mandatario pueda hacer conferencias en vivo con el Pentágono, Embajadas en el exterior u otros gobiernos del mundo.
La Bestia en cifras
· 12 limusinas en servicio
· Mide 5,48 metros
· Pesa 6.800 kilogramos
· Su blindaje es de 20,32 centímetros de grosor
· Los cristales antibalas tienen 12,7 centímetros de grosor
· Consume un galón de gasolina cada 5,95 kilómetros, es decir casi 17 galones cada 100 km.