Vestido de negro y gris, viene con capó y puerta trasera de fibra de carbono, defensa delantera, spoiler trasero e iluminación por LED en el techo y al frente. Por debajo, cuenta con una plancha que tiene un espesor de 6mm, protegiendo mejor los bajos del auto, que por otra parte también cuenta con una suspensión especial y unos neumáticos todoterreno con un mayor diámetro de lo habitual, de manera que la distancia mínima hasta el suelo es de 150 mm.
Este juguete de tamaño real se mueve gracias a un motor turbodiésel de 2.8 litros y cuatro cilindros cuya potencia se desconoce, aunque seguramente se desempeñe igual o mejor que la versión original del Hilux, con unos 174 caballos y 420 Nm de par inverso, conjuntado con una caja de cambios manual o automática.
En el espacio de carga se ha fijado un marco tubular adaptable para que ni el neumático de repuesto o las latas de diésel con las que viene vayan moviéndose de un lado para otro. También viene con un extintor de incendios, un gato, una pala y un hacha.
Siendo como es una variante bastante curiosa y no exenta de intereses, hay que señalar que Toyota no tiene planes de ofrecer para la producción y venta este modelo. Fue diseñado, desarrollado y ensamblado por la gente de Toyota Australia y no será de allí de donde salga. Su destino tan solo son exposiciones a lo largo del país y espectáculos como el 4WD.
Fuente: Carscoops