El diseño nace de algunas exigencias realizadas por clientes, como una experiencia mucho más individualizada, propulsión limpia y conducción autónoma. De ahí que la versión Visión Next 100 de Rolls-Royce no tiene volante.
Los mandos del Vision Next 100 estarán a cargo de ‘Eleanor’, la dama que da nombre al Espíritu del Éxtasis (símbolo de la marca). Un control con inteligencia artificial hará las veces de chofer, gestor de agenda y asistente de seguridad con el uso de tecnologías de conectividad a otros vehículos e infraestructuras.
Para Rolls-Royce el paso del tiempo no impedirá que la elección de un auto siga basándose en las emociones, por lo que continuarán con las proporciones clásicas de sus modelos, como un capó largo frontal prominente, con el Espíritu del Éxtasis en la punta y la parrilla tipo panteón en la trompa. En el interior, lo que predomina es el lujo y la tecnología.
Un habitáculo con ausencia de controles recubierto de madera reproduce la idea de un carruaje clásico. La distribución de los asientos tiene forma de sofá, con tapicería de seda y una alfombra de lana para los pies. Un diseño al que la propia marca ha denominado como “el asiento más cómodo de la casa”. Para el entretenimiento contará con pantallas OLED en el interior.
En términos de propulsión la marca considera que los autos en el futuro serán completamente eléctricos, y el Vision Next 100 no será la excepción. La idea de cero emisiones con altos niveles de prestación y potencia están a la orden en este prototipo.