Gran Premio de España, quinta fecha del Campeonato Mundial de Fórmula 1, disputada en el circuito de Montmeló de la ciudad de Barcelona, y en donde se esperaba, una vez más, la reacción de Ferrari siendo que en los ensayos invernales de pretemporada del pasado mes de febrero en este mismo trazado, los autos italianos se habían mostrado claramente superiores a todos sus rivales, incluido Mercedes; pero nada más lejos de la realidad actualmente ya que, Mercedes ratificó con total autoridad que son ellos, y no Ferrari, la referencia y la indiscutible escudería a vencer, hoy por hoy, y que no tienen rivales, por lo tanto fue poco complicado para sus pilotos conseguir un nuevo doblete, el quinto de cinco posibles en este inicio de temporada, que marca un nuevo récord en los anales de la Fórmula 1.
Por su parte, tercera victoria de Lewis Hamilton en lo que va del año, cuarta en España, de las cuales tres de manera consecutiva, y la número 76 en F1, quedando a solo 15 de las 91 de Michael Schumacher, record que al paso que van las cosas es solo cuestión de tiempo para que el gran piloto británico lo alcance y además lo supere ya que, el rendimiento que está consiguiendo al momento Mercedes es sencillamente extraordinario.
Efectivamente, en las pruebas de pretemporada el W10 definitivamente no era el auto más rápido, lo era Ferrari y de manera clara, pero en menos de tres meses los ingenieros de Mercedes lograron revertir la situación corrigiendo rápida y eficazmente los defectos del nuevo auto, para, ahora, ser ellos los más veloces. Al contrario, Ferrari ahora se muestra estancado en la evolución del SF-90, mientras que la evolución del Mercedes se ve reflejada en cada fin de semana de carrera ya que, normalmente siempre son los Ferrari los que mandan en las prácticas libres, y poco a poco los Mercedes se van poniendo a su nivel para luego superar a los autos italianos llegada la clasificación y luego la carrera; y esta vez en España esta situación fue muy clara y evidente: en la primera práctica libre del viernes, los autos alemanes fueron una décima de segundo por vuelta más veloces que los Ferrari, en la segunda aumentaron a tres décimas, en la tercera práctica del sábado ya fue medio segundo la diferencia, en la clasificación ocho décimas más rápidos, y finalmente en la carrera 1,3 segundos!! Es decir, una eficacia de los técnicos de Mercedes impresionante.
Mientras tanto, en Ferrari no evolucionan, no hay desarrollo ni en la pista ni fuera de ella pese a que, a Barcelona llegaron con un nuevo motor teóricamente más potente, pero ni esos caballos de fuerza extra sirvieron para seguir el ritmo de sus rivales alemanes. En las primeras tres carreras se dijo que el problema de Ferrari era que les faltaba carga aerodinámica en las curvas de alta velocidad, pero ahora en el circuito de Montmeló constatamos que donde más lentos se les vió fue en las curvas de baja velocidad. En síntesis, el SF-90 es más lento en todas partes. Tan simple como eso.
Con respecto a la carrera propiamente dicha y la disputa por la victoria entre los dos pilotos Mercedes, de hecho, los dos únicos opcionados a obtenerla, ésta, la victoria, se definió en la partida. Valtteri Bottas había logrado su novena Pole Position en F1, tercera consecutiva en este año, pero en el arranque el esfuerzo del finlandés en la clasificación se fue al traste al verse superado claramente por Hamilton y casi también por Vettel, y siendo que seguir y más aún pasar a un rival igual de rápido que uno es tan difícil en el circuito de español, a partir de ahí la carrera estaba sentenciada en favor de Lewis que, como siempre, hizo una carrera impecable, sin errores, que le permitió quedarse con una “fácil” victoria, o al menos, poco complicada, pues Bottas nunca fue una amenaza para él, como tampoco lo fueron los Ferrari y Red Bull tanto para Lewis como para Valtteri y su segundo puesto final.
Volviendo con la escudería de Maranello, no solo que Sebastián Vettel y Charles Leclerc no pudieron con la supremacía de los Mercedes de Hamilton y Bottas, sino que tampoco fueron lo suficientemente rápidos para ascender al tercer peldaño del podio, un tercer puesto que Vettel lo perdió al llegar a la primera curva en su intento de pasar a Bottas. En efecto, tras el mal arranque del finlandés, Vettel se puso a su altura e incluso lo superó pero, claro, Vettel iba por la parte externa de la pista, por consiguiente el alemán arriesgó la maniobra para intentar pasar definitivamente a Valtteri frenando lo más tarde posible pero, estando aún con neumáticos fríos, estos se bloquearon y el alemán de Ferrari salió desacomodado de la curva bloqueando a su compañero Leclerc, permitiendo así que ambos fueran superados por el Red Bull de Max Verstappen al que nunca más pudieron volver a alcanzar. Luego, el caos continuó a todo nivel en que incluso las paradas en pits para cambiar neumáticos fueron lentas, con mecánicos presionados y atorados para cambiar las cuatro llantas.
En el muro de pits, los estrategas comandados por Mattia Binotto, confundidos y lentos también para tomar decisiones que caían por su propio peso, sobre todo cuando se trató de pedirle a sus pilotos dar paso a su compañero más veloz. Primero se demoraron en pedírselo a Vettel cuando el alemán era más lento que Leclerc tras su bloqueada en la primera curva que dañó sus neumáticos delanteros, y luego lo propio cuando Vettel, ya con llantas nuevas, alcanzó a Leclerc, y el equipo otra vez se tomó cinco largas vueltas en pedirle al monegasco que se dejara pasar por su compañero; toda esta desavenencia y discordia para beneplácito de Verstappen. Increíble, esto solo demuestra la incertidumbre y desesperación que reina a la interna de la escudería italiana, al contrario de lo que pasa en Mercedes en que todo parece funcionar a la perfección.
Incluso, en Red Bull las cosas funcionan mejor que en Ferrari, en donde destaca el gran rendimiento al que ya nos tiene acostumbrados Max Verstappen con dos terceros y tres cuartos puestos al mando de su RB 15 propulsado por ese motor Honda que no nos deja de sorprender, tanto por su potencia como por su confiabilidad, lo que, insisto, también le permitió al extraordinario piloto holandés volverse a imponer ante los dos pilotos Ferrari, mientras que Pierre Gasly fue sexto, el francés, en cambio. él si detrás de Vettel y Leclerc, por lo tanto, aún lejos del rendimiento de su velocísimo coequipero Verstappen.
En el segundo y sumamente competitivo pelotón, esta vez le tocó brillar a la escudería norteamericana Hass que por fin pudo hacer buen uso de los neumáticos Pirelli. Sin embargo, lo que parecía un séptimo y octavo puestos seguros para Romain Grosjean y Kevin Magnussen se complicó para el francés cuando, tras el accidente que involucró a Lance Stroll y Lando Norris, tuvimos un Safety Car. Esa neutralización enfrió de tal manera los neumáticos del auto de Romain que estos dejaron de trabajar correctamente en las vueltas finales, lo cual hizo que el piloto francés perdiera tres posiciones, ante su compañero Magnussen, el Mclaren de Carlos Sainz y el Toro Rosso de Danill Kviatt ambos de gran actuación también.
En el otro lado de la moneda, otra gran decepción de Renault, y además de Alfa Romeo y Racing Point que nunca estuvieron en condiciones de entrar en el top 10; y ni hablar de la mítica escudería Williams, siempre última, y que apenas en el giro 19 de los 66 pactados, ya eran alcanzados por vuelta por el líder Hamilton. Que tristeza la verdad, el FW42 parece un auto de otra categoría que no es la Fórmula 1.