Este diseño, según se informó desde la fábrica de Goodwood, Reino Unido, tendrá “el color negro más oscuro, profundo e intenso jamás visto en la superficie de un auto”, con lo que se espera atraer a un grupo de clientes que sienten pasión por la elegancia y misterio que produce este color.
El emblema Rolls-Royce en el frente del auto, conocido como el Espíritu del Éxtasis, llantas de aleación de carbono y otros elementos también serán vestidos de negro en esta serie, mientras que el interior contrastará con acabados y molduras de fibra de carbono y aluminio, que vendrán decorados en azul o morado.
También mejora la velocidad de funcionamiento de la transmisión automática de ocho velocidades para ambos modelos, así como un sistema de frenos más potente y suspensión neumática optimizada en el Wraith.
Está previsto que la edición Black Badge será presentada en el London Showroom en julio de este año.