Como se expuso en una rueda de prensa por autoridades de AEADE, el sector automotor en su totalidad emplea aproximadamente a 56.000 personas, siendo uno de los más amplios en generación de empleo y, a su vez, genera cientos de miles de puestos de trabajos de manera indirecta. Adicionalmente a eso, “la contribución del sector automotriz a la economía del país es muy grande. Entre el año 2012 y 2014 aportó anualmente mil 600 millones de dólares en tributos. A partir del año 2015 y, por efectos de la crisis, esos aportes fueron reduciéndose a mil 100 millones en 2015 y 895 millones en 2016. “Sin embargo, el sector automotor tradicionalmente ha sido un excelente contribuyente a la economía y al estado”, expresó Daniel Espinosa, vicepresidente de AEADE.
Lo que se busca inicialmente es renovar unas 500 unidades al año en lo que tiene que ver con transporte público, vehículos comerciales, camiones, buses, y también se está pensando incorporar a furgonetas al sistema.
Entre las propuestas fundamentales se hizo hincapié en la previsibilidad y diálogo institucionalizado permanente, para analizar políticas públicas que regulan al sector con consulta previa y períodos de implementación adecuados; además de una definición de bienes de capital.
Otro de los planteamientos realizados es la promoción en la renovación del parque automotor, mediante políticas de renovación y de fomento de nuevas tecnologías de movilidad con menor consumo de combustibles fósiles y contaminación, y mayor seguridad. El 50% de los vehículos comerciales circulando en el país tiene más 11 años de vida útil, y el 25% de ese parque automotor tiene más de 26 años de vida. Lo que se pretende es, a través de una política de estado clara, incentivar que exista una vida útil para los vehículos no sólo comerciales, sino también de uso privado. En los vehículos de uso privado, aproximadamente el 35% tiene más de 11 años de vida útil, lo que genera menor seguridad en las carreteras, pero por sobre todo mayor consumo de combustible.
También se propone una política de renovación vehicular a través de incentivos en una alianza público-privada, para promover una propuesta mediante el “Plan Renova 2.0”. Este plan, que ha sido propuesto por iniciativa privada de todos quienes conforman los importadores de vehículos comerciales, busca encontrar ayuda gubernamental para fomentar su adopción, lo que a su vez otorgará beneficios a los transportistas y finalmente al usuario final. Adicionalmente, la renovación de vehículos tiene que ver con el acceso a nuevas tecnologías de movilidad y mayor eficiencia en consumo de combustible.
En otro apartado, se busca propiciar acuerdos comerciales en beneficio para el país. Lo que se pretende es que Ecuador se abra al mundo, lo que permitirá el acceso a nuevas tecnologías de mayor seguridad y menor consumo de combustible. Por otro lado, tener la posibilidad de acceder a vehículos de mayor calidad a menores precios. Por último, incentivar al sector a la competitividad, que a su vez beneficiaría directamente al consumidor final como también a la industria productiva y comercial ecuatoriana.
Entre las propuestas se destaca la búsqueda de beneficios con incentivos arancelarios para el ensamblaje local de vehículos con la mayor incorporación local de productos, esto con el fin de generar mayor riqueza y empleo, y que, a su vez, beneficie al consumidor final dándole acceso a mejor tecnología y seguridad, con precios reducidos y una mayor oferta en el mercado.
A si mismo, se pretende mejorar la oferta de combustibles de mayor calidad sin subsidios. Actualmente, el valor del subsidio de combustible que sale del país para poder importarlo es mayor que las divisas que salen de la importación de vehículos. Lo que se propone es que que el estado de acceso y permita a aquellos que quieran utilizar mejores combustibles hacerlo, ya que los actuales no cumplen con los requisitos adecuados para los vehículos que cada vez adoptan mejores tecnologías.
La idea es permitir a aquellas personas, industrias y empresas que quieran hacer uso de estos combustibles, que encuentren un incentivo tributario y económico, para de esta manera comenzar a cambiar el concepto de contar sólo con un combustible barato y de baja calidad.
Por último, la eliminación/revisión del anticipo al Impuesto a la Renta, que merma mucho la productividad de la empresas en el sector automotriz. También la eliminación del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) que atenta contra la inversión y el ingreso de capitales frescos.
De esta manera se busca encaminar el futuro del sector automotriz ecuatoriano. ¿Estás de acuerdo con estas propuestas?
Fuente: Patiodeautos.com
Fotos: Pixabay.com