El Andino apareció como un proyecto de Aymesa, bajo el diseño de Carlos Almeida, quien entonces trabajaba como asistente del departamento de ingeniería de dicha compañía. Se trató de una camioneta simple, con plataforma Bedford y motor Vauxhall de 1.4 litros.
La creación del Andino fue impulsada por el gobierno militar de Guillermo Rodríguez Lara, durante la época del boom petrolero (década del 70). El objetivo fue crear un vehículo que contribuya al sector agrícola en las zonas rurales. Así Aymesa logró crear 1.000 unidades, que fueron comercializadas en Ecuador y, en un porcentaje pequeño, exportadas a Colombia.
Localizada al sur de Quito, la planta de Aymesa introdujo dos diseños de Andino en el mercado. El primero era uno tipo jeep, con motor 1.2 litros y opciones de puertas de vinilo y puertas de metal con ventanas corredizas. Mientras que el segundo modelo era el conocido 1.4 litros con mejores acabados y opción pick up.
A pesar de ser un diseño pionero en la industria automotriz ecuatoriana, el Andino no tuvo la acogida esperada en el mercado nacional, lo cual le impidió perpetuarse y mejorar sus características.
Sin embargo existen propietarios que lo han mantenido hasta la actualidad. Ese es el caso del riobambeño Antonio Ricaurte, quien posee el modelo 001, que llegó recientemente al millón de kilómetros recorridos.
Ricaurte destaca los bajos costos de mantenimiento y la capacidad del motor de su Andino, por lo que “no requiere visitas seguidas al taller”. Adquirió este vehículo en un remate público de 1976, por 12.000 sucres que pagó en 12 cuotas mensuales.
Durante los años 70 e inicios de los 80, los Andinos podían verse con regularidad circulando por las calles del país. Su construcción constituye un auténtico hito para el surgimiento y desarrollo de la industria automotriz ecuatoriana.