En la compra planificada de autos la cuota es flexible y adaptable a tu presupuesto
Cuando queremos hacernos con un vehículo, el método de compra que acostumbra a venir primero a nuestra cabeza es el de recurrir a una institución financiera, como un banco o una cooperativa, para solicitar un crédito. Y más allá del necesario cumplimiento de una serie de requisitos para que la solicitud sea aprobada, está el hecho de que un crédito nos obliga a amoldarnos a las condiciones del banco donde lo pedimos. En base a nuestra economía y proyecciones de futuro, elegiremos entre las opciones que nos presenten, pero no podremos personalizar los pagos en función de nuestra capacidad.
Ante un panorama como este, la compra planificada de autos se perfila como una opción muy interesante frente al método tradicional. Este sistema destaca precisamente porque una de sus principales características es la extraordinaria flexibilidad en materia de cuotas que siempre se puede encontrar entre las diferentes alternativas que hay en el mercado.
Recordemos que la compra planificada de autos se hace entre un grupo de personas que reúnen el dinero en un fondo común administrado por una entidad cuyos costos son inferiores a los de una institución financiera. Cada cliente que participa programa la fecha en la que le será entregado su auto, pero siempre existe la posibilidad de recibirlo antes por medio de un sorteo o una licitación.
Además de esto, no hay que olvidar que otro aspecto relevante de la compra planificada es la ausencia de entrada. La entrada también suele ser un obstáculo y un condicionante a la hora de elegir el modelo del auto, y este sistema, al carecer de ella, nos permite seleccionar uno diferente (y mejor) que el que habríamos elegido en otras condiciones.
La flexibilidad en las cuotas mensuales es la gran fortaleza
Pero, como hemos dicho, si en algo resalta este sistema es en la flexibilidad que permite a la hora de fijar los pagos que vamos a depositar mes a mes. Dependiendo de la opción por la que nos decantemos, encontraremos diversas posibilidades, todas ellas con una gran capacidad de adaptación a nuestras condiciones económicas.
Algunas entidades apuestan por ofrecer un establecimiento de cuota más o menos libre al cliente, siempre dentro de unos parámetros previamente establecidos, como una cantidad mínima a abonar mensualmente. En otros casos, se ponen sobre la mesa una serie de planes disponibles, los cuales abarcan un amplio rango de posibilidades que están pensadas para cubrir prácticamente todos los escenarios. Son tan amplias las opciones que no hay que dudar de que podremos encontrar una que se ajuste como un guante a nuestras particularidades, como las ofrecidas por ChevyPlan.
Aparte del beneficio implícito de poder controlar mejor nuestra economía, el alto nivel de personalización de este sistema nos otorga también una mayor libertad de elección del modelo a adquirir. Al no tener que sujetarnos a unas cuotas demasiado altas para nuestras posibilidades, y jugando un poco con la calculadora o con una hoja de cálculo, podemos aspirar a vehículos cuyo costo inicial por métodos tradicionales quedarían fuera de nuestro alcance.
La capacidad de personalización de algunas de las modalidades de este sistema a veces permite incluso, cumpliendo previamente una serie de requisitos, cambiar las características del plan elegido, lo cual resulta de mucha conveniencia en el caso de tener un ingreso extra que nos permita afrontar pagos más altos, si es que no queremos o podemos hacer una licitación, y así escoger un modelo de auto superior al que elegimos en un principio.
La elección de un sistema de compra planificada es una elección inteligente porque nos brinda una mayor facilidad para hacernos con ese auto largamente deseado sin tener que hacer sacrificios excesivos para ello.