El Bugatti Type 56, no fue diseñado para competir; Ettore Bugatti, fundador de la compañía, construyó el pequeño auto eléctrico en 1931 para conducir en su propiedad. Ante la interesante construcción de Ettore Bugatti, surge la pregunta: ¿Por qué construir un auto eléctrico en 1931? Simple, la respuesta radica en la facilidad de uso. En la década de 1930 resultaba más fácil equipar un auto con motor a baterías, que utilizar un motor a combustión. Otro factor podría ser el tamaño del auto, pues el Type 56 es visiblemente un auto pequeño que necesitaba circular por los pasillos de la propiedad de Ettore Bugatti.
A simple vista el auto parece un carruaje, pero en realidad es un vehículo totalmente electrificado que para la época de 1930 era un verdadero proyecto futurista. Para conducir esta reliquia de Bugatti el conductor debe sentarse en el lado derecho del asiento y usar su mano izquierda para girar las ruedas delanteras con un timón similar a un bote.
El Bugatti Type 56 es notablemente un auto sencillo de conducir, después de soltar el freno de estacionamiento, para poner en marcha el automóvil es necesario presionar un seguro accionado por el pie del conductor. Además el auto cuenta con dos palancas que sobresalen del piso de madera. La palanca más alta selecciona uno de los cuatro engranajes, que están disponibles en ambas direcciones de desplazamiento, mientras que la más corta determina si el auto recorre hacia atrás o adelante.
La fuerza del auto proviene de su motor eléctrico montado sobre el eje trasero, cuenta con solo 1HP de fuerza y sus baterías están escondidas debajo del asiento del conductor. El auto pesa 770 libras y puede alcanzar una velocidad máxima de aproximadamente 32 km/h.
Un detalle del auto son sus particulares neumáticos Longstone similares al de una bicicleta. Aunque el Type 56 no tuvo una influencia directa en los modelos posteriores de Bugatti, el pequeño auto demuestra claramente el gran tiempo de conservación que Bugatti utilizó posteriormente para mantener satisfechos a sus clientes.
Julius Kruta, jefe de tradición de Bugatti, mencionó: “solo 10 ejemplos del Type 56 se construyeron entre 1931 y 1936, una estadística que lo convierte en uno de los coches más raros de la compañía”. Actualmente solo sobreviven cuatro ejemplares, tres en condición original y uno que recibió una restauración completa. Las baterías del auto han sido reemplazadas inevitablemente y la firma italiana modernizó el sistema de carga por razones de seguridad.
Existen rumores que el quinto Bugatti Type 56 se encuentra escondido en alguna parte de Canadá, aunque nadie sabe con exactitud la ubicación del auto, lo que sí es seguro, que de existir un quinto ejemplar costaría millones de dólares.