En la parte central, donde se encuentran los brazos de las suspensión delantera, se encuentra justamente el sensor de suspensión y el sensor de los frenos. Cerca del portamazas de la rueda delantera derecha se ubica el sensor de velocidad, mientras que detrás del motor está el sensor de RPM (revoluciones por minuto).
Los sensores en el auto proporcionan una serie de datos, que luego se vuelcan a los ordenadores para analizar los rendimientos. El sensor de velocidad muestra una línea que sube y baja, mientras que para tener datos más precisos se analizan los resultados del sensor de aceleración. También aparece otra línea, cuando está plana en el margen inferior indica 0%, mientras que cuando está plana en la parte superior muestra el 100% y no se puede ver cuan fuerte se aceleró.
El siguiente dato que se visualiza es el del sensor de frenado, donde arroja otro patrón de gráfico de línea. Este esquema muestra la presión del freno ejercida para bajar la velocidad. Por otro lado se encuentra la información arrojada por el sensor de dirección del mismo esquema gráfico de la velocidad. Cuando la línea está plana no hay dirección de entrada, cuando se mueve el volante a la izquierda se muestra un trazo ascendente, mientras que al girar el volante a la derecha se ve hacia abajo.
La última información que se obtiene son las RPM del motor, que cuando sube la velocidad las líneas ascienden, y cada vez que las revoluciones bajan las líneas también. Todo el análisis se realiza en una pantalla negra, que muestra las líneas de cada parámetro en diferentes colores.
En definitiva, la telemetría es una de las herramientas más importantes que utilizan pilotos e ingenieros después de cada sesión, para poder comparar rendimientos y los puntos a mejorar. Si se utiliza adecuadamente, se puede obtener una idea bastante buena de lo que está pasando en la pista
Fuente: Youtube.com/PremaPowerteam
Foto: Facebook Juan Manuel Correa