Este sistema se diferencia a otros porque se trata de túneles submarinos flotantes sumergidos a 30 metros bajo el nivel del mar, que no se apoyan en el lecho marino, sino que se sostienen por una serie de muelles y plataformas flotantes en la superficie.
Para el paso de los autos, estos túneles contarán con dos tubos cilíndricos que tendrán capacidad para cuatro carriles cada uno, es decir, dos en cada sentido.
Con este proyecto, Noruega tendrá una enorme ventaja para poder circular a pesar del agreste terreno de su país, en el que hay zonas de agua con gran profundidad y anchura, llamadas fiordo. Allí es imposible construir puentes regulares para resolver la movilidad.
El costo previsto de este sistema, que conectaría a todo el país, es de USD 25.000 millones, que incluyen túneles submarinos, muelles flotantes y cables de seguridad para anclar los tubos a la base de los fiordos y mejorar la estabilidad. Sin embargo, todavía existen dudas sobre como los muelles se comportarán cuando hay mal tiempo o mareas.