El primer diseño en quedarse en planos fue la siguiente generación del Jaguar C-X75, también conocido como Jaguar Spectre, seguido por el que sería el reemplazo del gran turismo Jaguar 2+2 XK.
De esta manera, el fabricante inglés puso por delante la producción de dos vehículos 100% eléctricos, el reemplazo del Jaguar XJ sedan y un SUV de lujo.
Al respecto el diseñador de Jaguar, Ian Callum, expresó que en los próximos dos años la marca contará con vehículos no propulsados por gasolina en su catálogo. El sedán tiene el código Jaguar X590, y se tratará de un coupé de cuatro puertas con puerta trasera, que en estética podría guardar relación con el Jaguar Panamera.
El futuro X590 sería un intento de la marca por crear un competidor para el Mercedes Benz Clase S, el BMW Serie 7 y el Tesla Model S, con un sistema de tracción en las cuatro ruedas y nueva arquitectura de funcionamiento electrónico.
Sobre el diseño de la nueva SUV de Jaguar, la marca no ha precisado mayor información. Sin embargo se espera que compita directamente en el mercado estadounidense, donde las SUV de lujo son parte de la cultura automotriz. Según el fabricante, este nuevo modelo estaría en las calles en 2019.