En la actualidad existe un auto que por su construcción y características no ha sido superado como el más veloz de su clase en los últimos 60 años. Se trata del Renault Etoile Filante (Estrella Fugaz) que alcanzó 308,9 km/h con un motor de turbina.
En 1956 la casa francesa Renault obtuvo cuatro récords mundiales de velocidad, uno de los cuales aún le pertenece al Renault Etoile Filante.
Durante los años 50, la fascinación por los motores a reacción utilizados en la aviación motivaron a muchos fabricantes a basarse en la aeronáutica para trazar el futuro de los automóviles, especialmente en la industria estadounidense. En Europa, en cambio, la idea no era vista con demasiado entusiasmo.
A pesar de ello, Joseph Szydlowski, especialista en propulsión y jefe de la fábrica de turbinas Turbomeca, consiguió apoyo de Renault para la creación de un auto impulsado por turbinas.
El entonces presidente de Renault, Pierre Lefaucheux, decidió encomendar el proyecto a tres especialistas: Fernand Picard como director de Investigación y Desarrollo, Albert Lory como el mejor motorista de Renault y Jean Hébert, ingeniero y piloto de pruebas.
Bautizado como Etoile Filante (Estrella Fugaz), el modelo experimental contó con una turbina de 270 hp de potencia a 28.000 rpm. Su estructura era tubular y disponía de una carrocería que hoy recuerda a los modelos que competían contra Meteoro en la serie animada Speed Racer.
Para la carrocería se diseñó un túnel de viento (Cx de 0,18) y una transmisión dedicada Transfluide, que luego fue empleada en el Renault Frégate; este último sí se convirtió en un modelo de serie.
El piloto de Renault, Jean Hébert, probó este auto en los circuitos de Montlhéry (190 km/h en curvas y 220 km/h en rectas) y Monza (250 km/h). Los resultados motivaron a la marca a crear una segunda versión sin cabina cerrada carenada, y lo trasladaron el 5 de septiembre de 1956 a Bonneville (Utah, Estados Unidos) donde obtuvieron el récord de velocidad de 306,9 km/h en el primer kilómetro recorrido.
Como velocidad de punta a los 5 km, el Renault Etoile Filante logró 308,85 km/h. Un récord que no ha sido superado hasta el momento, aunque en la actualidad existan motores de diferente naturaleza que son más rápidos.